jueves, 10 de junio de 2010
Area de cultivo
Jardinera y Paisajista deciden de común acuerdo comprarse un terrenito. Paradas cada una en una punta opuesta del perímetro, inician la discusión sobre la forma en que planificarán el espacio que las nuclea.
Jardinera quiere plantar grama inglesa, ceibos, ficus y sauces llorones. Paisajista, que no puede tolerar la desorganización, plantea un esquema de sembrado de diversas plantas que producen flores de colores y aromas de todo tipo.
A pesar de que ese espacio lo elegieron para cultivar juntas, cada una puja por sus propias convicciones botánicas. Jardinera intenta plantar un helecho al lado de las hortensias que puso Paisajista, quien acepta de mala gana. Más adelante surge una rivalidad por un asuntito con las hormigas. Jardinera culpa a los jazmines de Paisajista, aunque sabe que mejor hubiera sido decírselo de otra manera. Paisajista, que no quiere quedar mal parada, en vez de ponerse a preparar el veneno, comienza una larga exposición en la que se refiere a cómo los pinos que plantó Jardinera dan sombra a casi todo el jardín impidiendo el crecimiento de gran parte de la flora. Jardinera, harta de las discusiones, tiene un ataque de concha y derriba un ficus debilucho recién plantado. Paisajista grita, patea y sin querer pisotea una serie de orquídeas que acaba de plantar. Todo es caos en el jardín. Vuelan panes de pasto, agitan las chicharras, Jardinera le rompe la cabeza a un enano, Paisajista se toma una medida de ginebra y con un rastrillo despeina y descuartiza cuatro arbustos que tiene a mano. Totalmente fuera de sí, rompen, muerden, desentierran e incendian la totalidad del jardín.
Y así, en un simple rapto de mezquindad, hacen del parque un terreno árido en el que ninguna tiene interés de trabajar.
Cuando la parcela se vende, Jardinera y Paisajista, confinadas a buscar nuevas tierras cada una por su lado, recuerdan que ese terreno que destruyeron era el que habían comprado las dos, de común acuerdo, para sembrar juntas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entre el post del mundial de hace 4 años donde era otra la historia, y este de la jardinera y la paisajista, me invitan a recordar momentos que creí haber enterrado.
ResponderEliminarSiempre viene alguien con una regadera que deja caer una gota y chau, la semilla abandonada se vuelve planta y la planta que tiene vida, porque siempre la tuvo, te hace una enredadera que te tapa hasta los ojos, y pensás, qué linda plantita, qué linda queda cubriendo todo lo que tengo alrededor, y un día te tapa hasta la puerta y no te deja salir. Y te ves de nuevo encerrada y ya no es un jardín. Es una trampa.
Ok me fui a la mierda.
El post me dio sensación de resignación triste. Sí, triste.
Es la madrugada y hace un frío que da calambre.
Buenos días y hasta luego.
Auchhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!! Sin palabras.=(
ResponderEliminarEn realidad podría decir muchas cosas, pero prefiero dar un minuto de silencio para la muerte del amor, la comprensión, los sueños y las promesas.
Excelente!
ResponderEliminarSaludos.
Andrea
Qué imágenes tan tristes...
ResponderEliminarAfflictis lentae celeres gaudentibus horae.
Un abrazo (o dos)
A.H.
justo en el momento donde he tomado el rastrillo x el mango!...y me dispongo a prenderle fuego a todo lo q sembramos y hemos arrancado en un acto de total lokura.me llego hasta el alma.
ResponderEliminarEspero que ahora la Jardinera se encuentre con otra Jardinera y la Paisajista con otra Paisajista.
ResponderEliminarEsas pequeñas diferencias que al principio parecen insignificantes y totalmente aceptables, con el tiempo se hacen cada vez más notorias y son las que llevan a que el jardín termine en ruinas. Una Jardinera no es igual a una Paisajista por mucho que amen la naturaleza las dos. El tema es que para saber qué buscar, si una Jardinera o una Paisajista, primero hay que saber cuál es la profesión de una ;)
Besotes!
Me reí demasiado. A la vez, sentí un escalofrío (casi eléctrico) que me recorrió la columna ante tanta realidad.
ResponderEliminarme frunci toda. es re triste...
ResponderEliminarxq cuesta tanto llenar la tierra de jardines de madreselvas?
es horrible saber cuánto mas facil es destruirlo todo a construir y cuidarlo...
besos muchacha..
Buenísimo T! Un texto desgarrador...
ResponderEliminarA Sol: creo que no se trata de descubrir el oficio de cada una, sino de reconciliar las diferencias, aceptarse a una misma, aceptar a la otra tal como es, negociar y llegar a un punto intermedio que le permita a Paisajista y Jardinera llevar adelante su proyecto en común. En definitiva, tenían un sueño juntas y para algo adquirieron la pequeña parcela. Está bueno que sean diferentes para no caer en la monotonía de lo homogéneo a los 6 meses...
Creo que no pudieron concretar ese amor por priorizar sus proyectos de manera egoísta y resentida.
Bueno a mí me parecen interesantes ambas posturas. Por un lado está bueno no tratar de forzar algo que no es, como dice Sol. No creo que tenga que ver con ser iguales, pero sí tener deseos similares. De todas formas si el deseo está representado en ese espacio en común, me parece que cuando uno elige abrir ese espacio, tiene que saber que algo va a modificarse en lo personal y justamente por eso elige abrir ese vínculo (en ese sentido estoy de acuerdo con Vanidosa). Esperar que el vínculo con el otro no nos demande nada, no nos modifique en absoluto, además de irreal, es contraproducente. Todos los vínculos nos modifican, con la esperanza de que nos enriquezcan, si el vínculo es sano. Pero uno también tiene que brindarse para que el otro nos ponga sus plantitas y nosotras las nuestras y se arme algo en conjunto (y en esa asociación se va a generar algo nuevo, no igual a lo personal, sino la suma de ambas identidades).
ResponderEliminarPorque por algo quisimos adquirir el terreno, sino mejor dejar los terrenos libres para quien realmente tenga ganas de cultivar de a dos...
Las metáforas no son lo mío, definitivamente :p
ResponderEliminarCoincido en que siempre, en toda relación, hay cosas que ceder y aceptar del otro, por más coincidencias que tengamos, cada cual tiene sus mañas y sus formas, es inevitable. Lo que intentaba decir es que primero es necesario conocerse una, saber qué queremos y aceptarnos para después poder buscar o encontrar a alguien que quiera lo mismo y también nos acepte como somos. Hay cosas de la personalidad de cada una que son inmodificables y al momento de decidir compartir nuestra vida con otra persona creo que tenemos que evaluar si esas cosas inmodificables del otro las vamos a tolerar en el largo plazo, por más insignificantes que puedan parecer en un principio.
Saludos!!
Ay.. las relaciones humanas. A veces, tienen mucho de relación, pero muy poco de vínculo y humanidad. Cuando los intereses individuales chocan con los intereses compartidos, no queda nada. Ni jardín, ni cultivo, ni regadera como la de la foto.
ResponderEliminarNo me llevo bien con las personas que fuera de la relación, no tienen otros intereses o ambiciones propias. Existen también personas así, en el extremo opuesto a lo que mencionan más arriba. No sólo buscan compartir, sino que hacen de una relación, la única razón de su existencia. Tampoco esa, es una experiencia agradable.
besos
si la tierra ha de ser para quien la trabaja,
ResponderEliminara veces algunas mujeres, estamos definitivamente sonadas
brillante, mi querida
abrazos de macetero nomás
Y la vida se acuesta a mi lado... y con ella me empeizo a reir, y ahora sueño que voy caminando por todas las cosas que me faltaron vivir, y sentir... yo y mi jardin. (8)
ResponderEliminarG-in dice:
ResponderEliminarEso pasa por plantar cosas no fumables.
Hermoso :)
ResponderEliminar