viernes, 5 de noviembre de 2010

Orgullo


A lo largo de los 8 años que vengo participando de las Marchas del Orgullo LGBT he escuchado todo tipo de expresiones en contra de esta movilización, pero la que más me ha llamado la atención es aquella argumentación, largamente escuchada, que se opone a marchar en favor del "Orgullo" gay.
Es evidente que este término abre el debate. Los que exponen su posición contra la utilización de la palabra "orgullo" explican que, para ellos ser gay, les, trans o bi, no es una cuestión de orgullo sino que debiera tomarse como algo meramente natural.
Estoy de acuerdo. Es necesario naturalizar las diversas identidades sexuales. Pero para lograrlo, primero, hay que hacer mucho ruido.

VISIBILIDAD
Las marchas del orgullo a lo largo del mundo, desde sus comienzos, plantearon la idea de hacerse visibles. Salir del clóset como acto revolucionario. En este caso, la revolución no tenía que ver con derrocar un gobierno, sino con derribar todos los elementos de la cultura que impedían sincerarse con uno mismo y con el afuera. El peor de los enemigos: la vergüenza. La meta: decir la verdad. La forma de lograrlo: sintiendo orgullo por ser lo que cada uno es.
Año tras año, las "Gay pride" del mundo se fueron haciendo más multitudinarias. Y en Argentina yo misma lo vi: desde la primer marcha a la que fui, en 2002, la cantidad de gente ciertamente se ha cuadruplicado. Cuando algo se hace tan masivo, es imposible silenciarlo. El alarido incontenible, siempre, me llena de orgullo.

CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD
Algo me moviliza particularmente en ésta y otras marchas a las que elijo asistir: la sensación de que no lo estoy eligiendo. Para mí manifestarme con respecto a ciertos asuntos es una necesidad irrefrenable. En las primeras marchas, no voy a mentir, sabía que iba a mirar minitas. Pero todo te llega. Es imposible que algo de esa información no se te cuele entre la dopamina y pegue en la neurona correcta.
Y así llegué a entender que no podemos olvidar la violencia de género que ha cobrado víctimas lejanas y recientes. No podemos ignorar la discriminación, las caras de asco, el derecho de admisión, las agresiones, los asesinatos. No podemos desatender lo difícil que es para las trans conseguir un trabajo que no esté relacionado con la prostitución. O lo complejo que debe ser vivir bajo una identidad que no es la propia. No podemos dejar atrás los cientos de vidas perdidas por el HIV y la desinformación, después de habérselo  achacado todo a la "promiscuidad" homosexual (que continúan siendo un grupo de riesgo a la hora de donar sangre). No podemos olvidarnos de Natalia Gaitán.
Ante eso, no nos escondemos. Marchamos firmes de espíritu. Impregnados de orgullo.

HERMANOS
Las manifestaciones masivas tienen un espíritu de comunión que nos llena de la emoción de hermanarnos. Lo específicamente interesante de la marcha GLTB es que nos hermana con gente de toda índole. No sólo de diferentes orientaciones sexuales, sino de todo tipo de entornos, edades, culturas, estratos. Ahí es donde se ve plasmada la diversidad que tanto celebramos. Suficiente para decirme orgullosa: en la marcha en la que marcho, se aceptan todas las versiones de vida.

IGUALES
María Rachid admite que el proyecto de Matrimonio Igualitario, no surgió de buenas a primeras. En la Federación iban por la Unión Civil a nivel nacional, porque pedir más era imposible. Pero pronto cayeron en cuenta de que ir por la Unión Civil era seguir habitando ese entrepiso inconcluso de ser menos ciudadanos que cualquier otro. Hubo que cambiar el enfoque y desde ese lugar comenzar la lucha. Marchábamos bajo la consigna de lograr los mismos derechos para todos. ¿Y los mismos derechos por qué? Porque somos iguales. Somos tan humanos, como el que más. Desde ese lado se da la pelea. ¡Y mierda que se pelea! Incluso hoy, que se ha conseguido la utopía del Matrimonio Civil. Inmensa razón para sentirme orgullosa.

CONVOCATORIA
Yo marcho en las movilizaciones en las que me siento convocada. Hay algo en mí que se ve llamado a participar. Como me pasa con otras causas, la causa GLTB me convoca. Es mi nombre más profundo. Me da identidad, me cuenta quién soy. Y poco me importa si alguien va en tetas o si un musculoso glitereado se cuelga de algún camión promocional de un boliche. Mi causa es la misma que la de los demás, aunque mi idioscincracia sea otra. La causa colectiva es más grande que cualquiera de los individuos que marchan.
Es la causa la que nos convoca.
En esta marcha, después de haber conquistado el objetivo de la Ley de Matrimonio, la consigna central exige que se haga ley un proyecto muy ansiado para un gran estrato de la comunidad GLTB: La Identidad de Género. Una causa controversial que pone en debate, como la ley del 15 de julio pasado, los pilares del sistema de creencias de una sociedad que necesita abrir los ojos para empezar a salvarse. Y nosotros estamos al frente de esa transformación.

Somos el ruido incesante que desnuda las vergüenzas.
Por eso marcho con orgullo. Porque el orgullo debiera sentirse orgulloso de habernos acompañado todos estos años.

12 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo.
    Nos veremos por ahí,

    Un abrazo,

    Pao

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  2. Mañana va a ser la primera marcha que voy, la primera vez que siento que tengo que estar ahí y aceptarme como lo que soy y elegí ser. Porque lo importante es poder elegir y no sentir vergüenza, como vos decis! Voy a estar ahí. Besos Srita! n.n

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  3. Literalmente Impulsiva: Alla vamos :) Que lindo texto! Me planto una sonrisa y muchas ganas de estar ahi! Hoy por fin la vere cheeee :)

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  4. yo me quede con esto del orgullo y creo q tiene q ver con que tuvimos que luchar tanto (contra nuestra familia, contra nuestra educación, contra nuestrxs amigxs, contra lo impuesto, contra la sociedad en general)para llegar a lo que somos que es digno de ser festejado. sentimos el orgullo porque tuvimos que salir a luchar por defender nuestros deseos, y eso es algo que los heterosexuales no tienen que hacer.
    estamos orgullosas y orgullosos porque sabemos que nuestra lucha cotidiana no es en vano

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  5. Bueno, habrá que hacer eventualmente una conclusión sobre la marcha del sábado, porque he caído en cuenta que algunas cuestiones no me agradaron del todo.

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  6. Vale que me den ganas de abrazarte por escribir algo así? =)

    Me siento igual en cada marcha

    Un gusto

    Pazchi

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  7. Sos una especie de activista independiente? contame qué no te gusto de la marcha...aunque estuve bastante ocupada y me perdi de mucho.
    Me gusto como pusiste en pocas palabras cosas tan basicas que a veces cuesta que la mayoria, incluso las personas parte dela comunidad no pueden entender.
    Te firme varias veces, cada tanto me voy, pero siempre termino volviendo. Es la vida vio? 5 años en pareja y hace un par de meses, reempezando.
    Saludos! y espero me conteste, antes que la proxima marcha, quizas nos cruce! (capaz nos cruzo y nos peleamos..suelo tener ese tinte en mi vida jajaja)

    Sole.-

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  8. Sole:
    Uf... retomaste un texto que escribí hace tanto que parece un siglo. Y es que los meses en vez de transcurrir a veces parece que nos pasan por encima. No creo que nos hayamos peleado. La verdad que la pasé muy bien. No discutí con nadie, pero casi nunca discuto en las marchas. Voy a alegrarme del movimiento de gente.
    Te dejo un abrazo y espero que sigas volviendo. Y mucha fuerza para el nuevo comienzo!

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  9. BU! mitad de respuestas.
    Si! texto viejo..porke vuelvo pero trato de no perderme mucho en lo que me fui...
    Saludos!

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  10. En general coincido con vos, pero no sobre este tema. La idea de la marcha es genial, pero creo que no es la manera de demostrarle a la sociedad quiénes somos realmente. Cuando la "gente de bien" ve televizada la marcha del orgullo no ve más que travestis semidesnudas, gays aceitados bailando en carrozas con promociones de boliches, mujeres en corpiño, promiscuidad, promiscuidad, descontrol y más promiscuidad. Eso NO es lo que somos los homosexuales. Nosotros no somos unos fiesteros, impúdicos y descontrolados que vivimos teniendo sexo con medio mundo, pero es la imagen que damos en la marcha del orgullo. Si fuese más tranquila, pero sin dejar de ser alegre y colorida, sería otra cosa. Y lo digo habiendo ido a una marcha. Sé que la mayoría de los que van se comportan normalmente, pero hay muchos que hacen cualquier cosa y eso es lo que más sale en los medios.
    El problema es que muchos piensan que como es la marcha donde se pueden liberar de la vergüenza y ser ellos mismos, terminan rompiendo todos los límites. Se van al carajo, dicho en argentino. Quizás, la mejor forma para terminar la homofobia sea que todos salgamos del closet y les demostremos a los que nos rodean que somos iguales que ellos.

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