miércoles, 30 de diciembre de 2009

A los amigos, por el fin de año

Yo nunca encajaba en nada. No era lo suficientemente respetuosa de los maestros, era criticona, demasiado despierta, sagaz y rebelde. Por supuesto, más cuestionadora y madura que mis amiguitos, lo cual se traducía en ser "la quejosa" (¡viva la pedagogía!).
Con las nenas de mi grado jamás me entendí. Siempre se peleaban durante el recreo, así que yo prefería ir a jugar al fútbol con los varones (obvio), lo cual me ganó una irreversible fama de "machona" en todo el colegio.
Repudiada por los nenes más grandes, incomprendida por mis compañeras, castigada por los maestros y para colmo mis únicos amigos, los nenes de mi grado, un día decidieron que hacerse la paja y hablar de eso, era más copado que darme pelota. Yo era mujer y por primera vez empecé a sentir la diferencia.
Tanta exclusión puede provocarte 2 cosas: Te hacés invisible y perdés tu identidad o te fortalecés generando una identidad única y hermosa. Yo opté por la primera. O al menos eso fue lo que me salió.
Para el final de la primaria yo no sabía ni quién era... y la secundaria no ayudó. Las primeras experiencias con el sexo opuesto fueron divertidas, pero muchas veces un tanto traumáticas. Realmente yo me sentía en un mundo totalmente opuesto al de los varones adolescentes.
Pero las obligaciones fraternales de la currícula, eventualmente se terminan. El fin del secundario dio pie a que replanteara mi vida y mi sexualidad.
Así fue que conocí a la gente que me acompaña hoy, sumados a algunos otros que arrastro desde mi prehistoria. Todos ellos son el puñado de hermosos seres que me escuchan decir una y mil veces: ¡Estoy mal! ¡No sé qué hacer! Y me bancan y me hacen reír y los hago reír y los adoro, porque hoy ellos son para mí tantísimo más que amigos.
No hace falta más que una vereda, un porro, un fernet. No hace falta más que un llamado telefónico, un mate, un recital. No hace falta más que ellos, uno de ellos o todos ellos.

Cuando sos gay empezás a darte cuenta que tu familia futura va a ser muy diferente a la familia convencional. A veces lo vislumbro al estilo Almodóvar: Algunas tortas diseminadas, un travesti, varios putos, colores fuertes, masitas secas, mascotas, algún niño que no se sabe cómo llegó allí. Pero esos que llamamos amigos van a ser siempre nuestra familia.

Tantos años me ha llevado encontrar un espacio que fuera mío y hoy que los siento tan cercanos, en una conexión que trasciende lo expresado, quiero tomar este espacio para saludarlos a ellos, mi familia elegida.

Y a todos y todas las que nos hemos fraternizado en este espacio virtual que en estos tiempos de polaridades, estrés, agresión y vacío, no es en absoluto poca cosa.
Jorge Drexler dice: "¿Que fue que nos unió en un mismo vuelo? Los mismos anhelos, tal vez la misma cruz...".

¡Un abrazo muy grande a todos y que tengamos un año de mucha luz, magia y conexión!
¡Muy feliz 2010 para todos!
(y a ponerle amor, que el año no se hace solo)

lunes, 28 de diciembre de 2009

Policía de la Neurosis Obsesiva

Patrulla Obse toma las calles de la histeria y hace raaacia!
Nada puede quedar en pie. Debemos saber todo sobre usted. ¡Documentos! ¿A quién votó? ¿Se lava las orejas? Necesitamos sus datos com-ple-tos.

Que si dijo, que si hizo, que si no, que si nada.

Hoy no me llamó. Yo la llamé... ¿Llamará?
No le voy a contestar sus mensajes de texto. ¿O sí?
Vas a quererme, vas a quererme, vas a quererme!!! No sé ni para qué... y cuando me quieras, ufa... ya me aburrí.

Que si viene, que si va, que si no me da pelota.

Maquinita, maquinada, maquinón.
Datos y datos acumulados sobre su paradero, su hisotira clínica y amorosa. Ex novias, barrio de procedencia, composición familiar. Hechos y sucesos, ¿para qué? Por las dudas, porque sí, porque quiero, porque tiene que ser mía.
Y ni siquiera supe si me gustaba tanto aquella vez, pero un día se borró y ahora la quiero.
Imposible parar de pensar.

Patrulla Obse toma las calles para llevarse puesta la intimidad de quien haga falta. Porque nada puede quedar sin ser contestado. Todo debemos saberlo.

Enrollada, enroscada, embromada...

¡Marche presa! ¿Por qué? Por gila! Porque usted nos gusta taaanto... y nosotras somos Obse... lo lamentamos mucho... va a tener que acompañarnos a la comisaría... por favor, no se resista... ¡Documentos le dije!

Mucho cuidado con la Policía de la Neurosis Obsesiva... El único grupo comando que comete actos delictivos contra sí mismo.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Andar en bici

Cuando me compré la bici, hacía muchos años que no andaba. Pero la gente decía "No te preocupes, es como el sexo: uno nunca se olvida". Y era cierto. La bici y yo nos supimos amar desde que nos conocimos.

Cuando me junté con Señorita, después de mucho tiempo de no haber tenido sexo con nadie más que con un libro y mis buenas intenciones, debo admitir que me preocupé. Pero pensé "El sexo es como la bici: uno nunca se olvida". Y no era cierto.

La cita fue en casa. La primera vez que nos vimos, no nos habíamos dado un beso siquiera y durante las largas horas de charla en este nuevo encuentro, no hice más que preguntarme cómo iba a lograr la ardua escalada hasta su boca. No logré dar con ninguna idea. Por suerte ella, mucho más viva que yo, aprovechó un largo silencio para tirárseme encima. Ninguna sutileza. Graciadió!
Bien. ¡Muy bien diez para ella y sus besos!
¿Besa bien, coge bien? Pues esa premisa debía ser comprobada. Y sí, su desempeño superó satisfactoriamente. Yo, en cambio, lo que ya dije: Me había olvidado de todo el mecanismo. Dentro de todo, hice lo que pude (¿cómo se dice en el idioma de las sábanas: espéreme Señorita, con un par de clases yo arranco y ya va a ver?). Pero esta vez, como pocas, todo lo que pude y todo lo que supe, fue ampliamente superado por su elasticidad e imaginación.
No se crea! Yo he sido firme competidora en las artes del amor. Pero se olvida, realmente uno se olvida de qué era aquello que te hacía vibrar, la piel, los besos, la mano, la lengua. Yo creo que es instinto de conservación, para no enloquecer en grandes períodos de sequía sentimental.
Pero cuando aparece el temporal y crecen los ríos... Y más si Señorita viene en balsa, con esas tetas, con esa boca... Pues bien, cuando eso pasa te preguntás qué demonios hacías tanto tiempo hablando de José Pablo Feinmann, del calendario Maya y de la puta que los parió a todos que de nada me han servido en las tediosas noches... Y mucho menos me han valido para remar aquella balsa en la que ella venía.

Pero la bici, golpe va, golpe viene, otra vez se pilotea. Si se olvida, al menos puede volver a aprenderse.
Y nunca están de más las sabias lecciones que una bien dispuesta Señorita pueda ofrecernos.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Voyeurismo

Cuadro de situación:
T. y su amiga Ego Trip, se embarcan hacia la aventura noctámbula. Insomnes, navegan en la esotérica noche y caen en bolichín.
Fernet en mano, se disponen a hacer avistamiento femenino.
Nada, nada, nada. Todo el panorama es bastante terrible. En el baño viven una escena al estilo cárcel de mujeres. Las chongas están aullando, pero T. y Ego Trip logran huir sigilosamente, sin hacer contacto visual.

La noche está complicada. No tienen nada para buitrear, así que aflojan las garras y se ponen a bailar. Típica conducta de desasosiego.
De pronto en una esquina, Chica de Vestido y Chonga Cualquiera comienzan el bello rito del beso sexy-desaforado. Boquiabiertas, T. y Ego Trip tratan de pronunciar algún tipo de diálogo.

T.: Ah, no... ¿vos viste lo que es eso? ¡Se están matando!
Ego Trip: Sí, sí, sí... es genial.
T.: No da que estemos las dos de frente mirando... por dios, se están super apoyandooo!
E.T.: ....
T.: ....
E.T.: Sí, no da que miremos así...
T.: ¿Vos te das cuenta que nadie más que nosotras está mirando? ¿Qué nos pasa? ¿Tenemos un problema?
E.T.: Nooo! (y vuelve a hacer silencio... Ego Trip está monosilábica)
T.: Yo no puedo más... ¿qué onda? Nadie está viendo esto! Es increíble. ¿Cómo puede ser que la gente no mire a esas dos? Mirala cómo... uy, la mano, mirá cómo la... noooo! (T. sufre una especie de embolia momentánea)
E.T.: Me parece que la Chica de Vestido se avivó que las estamos viendo.
T.: Uh!

Acto seguido, Chica de Vestido y Chonga Cualquiera se corren a otro lugar para poder seguir matándose sin ser vistas por las rapiñeras de ocasión.

Ego Trip: Ahí se fue nuestra porno en vivo...
T.: ¡La pucha!

Sin más, se retiran del establecimiento.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Casualidades

N.N. y yo nos amamos de una manera muy poco amable. Nos embarramos en cuanta pata había para meter. Reivindico, sin embargo, el amor que nos tuvimos que no fue sano, ni fue simple, pero sí fue mucho. Y cuando todo lo que se podía romper se había roto, me entero que me engañaba. Obvio.

Debí haber estado muerta durante los primeros 30 días después de que me pegó la noticia, porque tengo un muy vago recuerdo, casi mínimo, como una enumeración de sucesos, ya no muy vívidos.
Después del largo y penosamente transitado duelo (el duelo de la obsesiva, que es el más choto de los duelos), rearmé (?) mi vida.
Con el tiempo, ella se fue a vivir a otro planeta, a una ciudad que nos imponía una kilométrica y apacible distancia.
Y nunca más volvió.


Hace un par de días, me doy la nariz contra la web de la mejor amiga de N.N. Ok, puede pasar, viste cómo es internet, no seas obsesiva, querés?, dejate de joder, casualidad, casualidad. Horas después agarro la bici, salgo a pasear, PUM! la veo por las veredas de la ciudad a Pendeja, la mina con la que me engañó. A Pendeja no me la cruzo nunca, la puta que lo parió, ¿qué pasa con los astros? no, no, no... casualidades, no maquines. Encima de todo eso, me llega mensaje de mi nueva Señora Equis que casualmente mañana no podrá verme, cita cancelada porque blablabla. Minutos más tarde estoy en el andén del tren, corriéndolo porque se me va y el próximo sale mucho más tarde. Llego a subir porque un chico sostiene la puerta, pero no puede y por puta casualidad se le zafa y se me cierran las puertas del tren encima. Yo quedo mitad adentro, mitad afuera. Y ciertamente muy golpeada.
Finalmente llego a la cama y estoy en paz. En mi lecho uterino nada me puede pasar. Me tiro a dormir... y por supuesto, después de tanta jarana, pesadilleo varias horas con mi ex. Hasta en los sueños, Freddy Kruger!!! ¿qué hacés en mi inconciente? Listo, me despierto.
Me dispongo entonces a reflexionar sobre esta seguidilla de acontecimientos horribles que quizás tienen algún significado cósmico que no estoy pudiendo descifrar. Las cosas no paran, no paran de pasar. ¿Es una cadena azarosa? ¿Un balde de caca sin conexión alguna?

Suena mi celular. Mensaje de texto:
"Estoy en Buenos Aires. Vine de sorpresa. N.N.".


*¿what?*


Casualidades.

martes, 15 de diciembre de 2009

Happy Camping Chongas

El agente de turismo promedio se relame cuando la International Puto Association, los contacta para sacar un paquete: El puto tiene plata y la quiere gastar.

Se arma el Puto-Pack:
- 5 Noches de estadía en Hotel Boutique de Palermo HollyPut o
en Hotel Gay de San Telmo, sauna and jakuzzi included.
- 1 *excesivamente cara* Clase de tango
- City Tour, terminando en horario de After Office en un bar concheto de Recoleta
- Entradas y promociones para boliches gay
- Traslado a la Ciudad de Mar del Plata
- 2 Noches de estadía en Marica Resort of the Sea, justo frente a Playa Chica. Habitación single, cama king-size para llevarse a un putito levantado haciendo gala del acento extranjero.
- Más: todos los mojitos y gifts y pelotudeces de cuero y plata tallada que el puto extranjero quiera comprar.

En las antípodas de este comportamiento está la chonga. La chonga no te gasta un mango. Incluso aunque busque superespectaculares vacaciones, te saca un pasaje a Cataratas y escatima comiendo choripán y haciendo los paseos por su cuenta. Ningún city tour. La chonga prefiere aventurarse hacia lo desconocido (y de paso, no gastar más de lo necesario).

Entonces, cuando la chonga local busca cambiar la escenografía urbana, se hace un retiro campestre. Calza la carpa al hombro y sale con su novia o amigos hacia un lugar no muy lejano (pasajes baratos!) donde haya verde.
La chonga es feliz en el camping. El camping le permite a la chonga explayarse en sus actividades más básicas:
- Usar ropa chonga (lentes de sol incluídos, ¡cómo gusta la chonga de sus lentes de sol!)
- Hacer la carpa (dejame a mí, YO sé cómo se hace esto)
- Volver a un estado primitivo de comunión con la naturaleza (probable conexión con las antiguas Amazonas)
- Preparar el asado (si hay amigos putos, ellos hacen las ensaladas)
- Buscar ramas, hacer un fogón y cantar canciones de Rosario, Sanda Mihanovich y Marcela Morello
- Sacar cientos de fotos en blanco y negro para que sean "artísticas"
- Tomar cerveza cuando baja el sol, cuando sube el sol, cuando no hay sol, cerveza y más cerveza porque hace calor y está justificada.
- Hacer actividad física de chonga: biking, climbing, jogging, fishing, swimming, andar a caballing, etc.

Estas vacaciones buscá con quién dejar a tu mascota y hacete una escapada con tus Happy Camping Chongas queridas. Porque todas tenemos la camisa leñadora en algún rincón del corazón.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Lastimona y Lastimosa (o De cómo una pareja dura más de lo que debería)

Que las parejas son relaciones de poder, no lo digo yo. Lo dijo una vez un tal Miguel.

Entonces, como cualquier gato y ratón, Lastimona y Lastimosa luchan por tener el poder de la pareja.
Lastimona hace lo que se le antoja.
Lastimosa sufre y lo hace notar.

Lastimona dice: Ah... hoy salgo con mis amigos.
Lastimosa dice: Yo me quedo en casa, tranqui... igual estoy medio bajón. (léase: dejá que yo me quedo acá llorando sola)

Lastimona pega vomitonas de agresión.
Lastimosa carga los moretones en las narices de Lastimona, para que los vea siempre, para que sepa qué mal la pasa.

Lastimona es independiente de la boca para afuera pero es secretamente chupasangre.
Lastimosa depende de Lastimona como del aire (¿y antes cómo respiraba?) y se lo hace saber.

Lastimona reivindica los valores de la individualidad, el hedonismo, el amor propio.
Lastimosa carga la cruz de su infinita tolerancia, su sensibilidad, la poesía de Pizarnik y un par de intentos de suicidio (que se saben, porque es Lastimosa).

Lastimona nunca dice lo que le pasa.
Lastimosa pregunta: ¿Qué te pasa, amor?
Lastimona no habla. Guarda y guarda hasta que estalla. Y ahí sí: ¡¡¡Guarda!!! Porque se viene la perorata Lastimona.
Lastimosa llora 1 millón de mililitros. Lastimona sabe que lastima, pero Lastimosa sólo sabe vivir así, a la manera Lastimosa.
Y entonces Lastimona piensa: Mirá cómo llora por mí. Ésta no me va a dejar nunca.
Y entonces Lastimosa piensa: Mirá cómo si lloro no me deja. Ésta no me va a dejar nunca.

¿Qué haría Tom sin Jerry? ¿Qué haría Jerry sin Tom?
Los que crecimos en la generación de las Merry Melodies, probablemente nos hubiéramos aburrido muchísimo.

Querida Interdependencia:
Gracias por prolongarnos las tardes de Nesquick.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El primero

Yo había decidido ponerme a tiro con el gimnasio. Cinta, bici, Step, Localizada, GAP, Aerobox, aparatos y hasta Streching (que no me sirvió porque nunca jamás pude elongar en toda mi vida).
Por dios, qué cosa más aburrida!
Pero un día Cara de Patito se hizo socia del gym y de pronto salía el sol todos los martes y jueves.
Yo tenía unos cortísimos 21 años (cortos para lo poco que yo entendía la vida) y todavía no me había subido el agua al tanque lo suficiente para saber que eso que me pasaba cuando la veía era que me gustaba.
Tres meses así. Sonriendo como una opa cada vez que venía a clase de Localizada. Finalmente tuve que caer en cuenta de lo que me estaba pasando. Entré a un chat de tortas y le conté todo a una persona cualquiera y ella diagnosticó lo más temido: Nena, sos re torta!
Ay, no, no... esto tiene que ser un sueño. Pero uno de esos bien chotos en los que no te podés despertar.
¿Pero qué tenía de chota Cara de Patito con su belleza y mi completa devoción hacia su imagen? ¿Qué tenía de malo que yo viera a Angelina y pensara que era una excelente actriz? ¿Qué podía no estar bueno de tener unas ganas desesperadas de que tal o cual chica fuera mi amiga, mi mejor, mejor amiga de todo el mundo?

Ok... recibí el telegrama de despido de la Fundación Vida Heterosexual. Yo era algo, no sabía qué, pero eso incluía mujeres.

Dio la casualidad y la causalidad de que por esas épocas una amiga se estaba yendo a vivir a otro país y decidimos hacerle una despedida. ¿Dónde? En el boliche gay de moda. Un contingente de hermosos desquiciados que más adelante sería mi hogar.
Eramos tres amigas. Ellas dos, espantadas. Yo no tardé en desaparecer. El alcohol y los avatares de la noche me condujeron al cuarto oscuro del que habían surgido miles de leyendas.
Aparece Chica número uno: Sí, yo soy hétero, pero quiero probar.
Aparece Chica número dos: yo soy bi.
Y yo, tontísima, admito: yo no sé qué soy!!! (auxilio!)
Chica Uno y Chica Dos se empiezan a besar (ouch! a mí me gustaba Chica Uno). Yo miro sin entender. Chica Dos se va con su bisexualidad de nuevo hacia la pista. Chica Uno atina a irse y sale de mis adentros la chonga tantos años escondida: "Vos no te vas!".
Gira su cara.
Nos damos un beso. EL beso.
Mi primer beso con una mujer.


Yo creo que no respiré, creo que estuve levemente desmayada. El corazón se me detuvo, hubo un crack en el universo.
Me elevé al cielo. Todo era de leche. Hice algodón de azúcar con las nubes. Y me dejé flotar...


Durante los breves minutos que duró ese beso tuve que aceptar que mi vida nunca sería la misma. Yo volvería cientos de veces a aquel lugar iniciador a buscar saciar mi adicción. Pero ese primer beso, el que te catapulta a la estratósfera, lo colgás encima de tu chimenea para no olvidarlo jamás.

sábado, 5 de diciembre de 2009

¿De qué color es el amor?

Estos días de lluvia son días de Karma Police. Suena esa canción (a veces alterno con Never is a Promise, pero eso es cuando ya estamos de últimas) y entonces yo y muchas otras nabas como yo nos ponemos a pensar en el amor, porque estos son los días que no podés salir de joda y querés que venga otra naba como vos a escuchar Karma Police y ponerse en pelotas y hacerte mimos. No es que te sientas identificada conmigo, es que todas somos hijas de la misma propaganda.

Entonces voy y me encuentro en un lugar muy lindo con Equis Ser. La paso de maravilla. Charlamos, tomamos fernet. Ella me habla de ella, yo hablo de mí. Todo normal.
Yo la miro, primera cita, y me pregunto: ¿Le doy? Sí, le doy. No me vuela la tapa de los sesos, pero le doy. Tal vez si la conozco mejor...
Nos despedimos, todo muy cordial.

El amor para mí debería ser rojo. Y si Equis Ser es rosa, un rosa muy pastel... ¿qué debería hacer?
¿Cómo se reconoce el amor? Yo creí que lo había visto hace poquito. Un rojo muy intenso, un rojo mezclado con negro... esa oscuridad que a veces tanto me magnetiza. ¿Eso era amor? La inevitabilidad del sentimiento, ¿es amor? ¿O el amor puede ser también algo tibio, algo rosa... un rosa viejo, un rosa lavado, quizás un borravino? Algo que permita un más tranquilo planeamiento, en vez de eso tan visceral que me nubla.
Pero lamentablemente para mí el rojo no se construye. El rojo se sabe desde siempre. La ves y ves rojo. Y ese maldito color me ha traído los más serios problemas. Si eso era amor, ¡la puta que lo parió!

En rosas pienso a veces... como para saber que se puede también jugar con substitutos aunque se tenga bien en claro que el amor debería llevar el color de la sangre y nada más.


Y nada más.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Corneta Anti-Desastre

La Cámara Argentina de Protección a la Pelotudez Conyugal informa:
A partir de nuestras arduas investigaciones en materia del desastre marital estamos en posición de dar a conocer un dato alarmante:
Un 85% de las parejas tortas sufren de lo que hemos determinado llamar "La comezón del segundo año". Dicho fenómeno hace referencia a la crisis que comienza en ese momento en el que ya se coge bien, se han pronunciado sendos "te amo", las careteadas han desaparecido, las familias han aceptado la relación, se ha compartido algún viaje o vacaciones, se ha revelado la miseria del otro y se sigue adelante.
Es un momento divino, logrado con mucho esfuerzo, dotado de una gran tranquilidad, estabilidad... y aburrimiento!!!

Para evitar la crisis que puede conducir al cese de la relación, hemos desarrollado un innovador elemento de prevención:

La Corneta Anti-Desastre

La Corneta Anti-Desastre se activará para alarmar sobre situaciones de quilombo inminente y estará programada para sonar en el momento en que una NO DEBE decir ciertas cosas.

Una vez en funcionamiento la Corneta Anti-Desastre advertirá circunstancias riesgosas como por ejemplo que alguna de las dos contrayentes haga afirmaciones del tipo:
- "Podrías tratar de no parecer tan chonga" ÑEEEEEEEEEEEK (cornetazo!)
- "Por estas cosas corté con mi ex" (Peligro!!! Cornetazo urgente!)
- "Me tenés harta con..."
- "Vos siempre lo mismo..." o "Vos nunca..." (afirmaciones absolutas requieren cornetazos absolutos)

O haga preguntas del tipo:
- "¿Te parece que el que tenemos ahora es el mejor sexo de tu vida?"
- "¿Vos mirás otras minas en la calle?" ÑEEEEEEEEEK!!!! Of course, nadie se queda ciega después de dos años de pareja.
- "¿Y si mejor nos quedamos mirando una peli?" (peli número 3.826)
- "¿Por qué no me dijiste que vaya con vos?" (ÑEEEEEEEEEEEEK!!! porque no quería!!! No hace falta que estemos todo el tiempo juntas! y segundo cornetazo para cerrar la idea)
- "¿Y si adoptamos a ese gatito? Sería como nuestro hijito..." (sin palabras, sólo ÑEEEEEEEEEEEEEEEEK!!!!)

O que invente sobrenombres asexuadores como:
- Gorda, gordita, gor, gordurita, goldina
- Morchi, amorsis, amorosín, morza, morcilla y otros derivados del amor.
- Mamita, mamucha, mamu
- Diminutivos del nombre (a menos que se tenga una novia tamaño pocket)
BIG, BIIIG CORNETAZO! Somos seres sexuales, una pareja debe seguir cogiendo después del segundo año. ¡NADIE SE COGE A "Mamu", NI A "Gordita", NI A "Morchi"!
¡Cornetazo por el buen sexo! ¡Sigamos apelando a la sensualidad! Y corneta a toda la que desobedezca!


Cuidar una relación requiere de serias medidas preventivas.
Si usted o su pareja incurren en la emergencia de tales situaciones, no dude en romper el cristal y cornetear todo lo que sea necesario.


Es un mensaje de la Cámara Argentina de Protección a la Pelotudez Conyugal, en defensa de la identidad individual y la salud mental.

martes, 1 de diciembre de 2009

Guía Astrológica Pastelera

Junto con el carnet de Socia del Club de las Mujeres que Aman Mujeres, te entregan "El gran libro de las predicciones pasteleras" que tiene un manual para entender los signos zodiacales torteriles.
Es inevitable: te hacés torta y empezás a creer en el zodíaco. Y capaz antes te reías de Ludovica Squirru, pero ahora todo es tan claro!
La astrología pastelera es tu nueva clave para que puedas entender de una buena vez lo que Freud no pudo: qué tienen las mujeres en la cabeza.

Por eso desde que me uní al Torto-Club, vengo armando mi propia guía atrológica de las tortas. Todo basado en experiencias personales y de amigas, una cuota muy grande de generalización, muy, muy poca ciencia, aproximaciones, deducciones inciertas, presunciones y algo de rencor. Porque todos los signos tienen algo choto y es mejor estar precavidas!


Mini Guía Astrológica Pastelera de Tortódroma
Para que sepas con qué característica chota te vas a ensartar con una torta, según su signo:

Aries: Promiscuas
Tauro: Tercas
Géminis: Esquizofrénicas
Cáncer: Cara-de-ortooo
Leo: Egocéntricas
Virgo: Criticonas
Libra: Ciclotímicas
Escorpio: Arrogantes
Sagitario: Jodidas
Capricornio: Nube-de-pedos
Acuario: Insensibles
Piscis: Voladas

Menos mal que tienen tantos otros rasgos positivos. Pero hay que cuidarse. No digan que no les avisé!

(Estaré abierta a recibir sus aportes zodiacales, basadas en sus experiencias personales, porque ¿de qué sirve la ciencia si tenemos el sentido común que nos permite decir la gilada que se nos antoje?)

lunes, 30 de noviembre de 2009

Expresando el deseo de ser "movidas"

EXTERIOR - RECITAL DE MANU CHAO - NOCHE

Tortódroma y C. bailan y cantan al ritmo de la música. C. prende un porro y fuman juntas.
T.: ¿Vos viste lo que son las minas que hay acá?
C.: Todas hermosas
T.: Sí, todas lindas. Mirá con cuidado a la que tenés atrás.
C.: Me parece que la de adeltante me está mirando.
T.: No puede ser... o sí? Serán tortas?
C.: No sé, pero me pareció que me miraba y se reía con la amiga.
T.: No puede ser que no hayan tortas acá.
C.: Debe haber tortas...
T.: Tiene que haber!
C.: ¿Y dónde están estas tortas el resto del tiempo?
T.: No sé! En una estratósfera lejana a la nuestra.
C.: Una pena...
T.: Uy mirá aquella, la de musculosa negra... mirá esa paz que tiene... ¿Cómo hacen para tener esa paz?
C.: ¿Querés más porro?
T.: Sí
C.: Hay que ir a otros lugares
T.: Sí, basta de ir a los mismos bolichines de siempre.
C.: Estas minas tienen que estar en otras movidas.
T.: Sí, "movidas" esa es la palabra clave. Donde hay "movida" están estas minas.
C.: Hay que hacer eso entonces...
T.: Y sí...

Minutos después...
T.: Pero si en la "movida" no hay tortas, ¿cuándo cojemos?
C.: Debe haber tortas...
T.: Tiene que haber!

domingo, 29 de noviembre de 2009

Vacaciones de verano

Es mediodía pero ella todavía no se despertó.
Abro el cierre de su carpa. Ahí está ella que levanta la cabeza cuando ve la luz del sol entrar. Ella que me sonríe entre sueños. Remolona y cara hinchada está todavía más linda que ayer cuando la conocí. Yo que me acuesto al lado suyo y le doy un beso. Ella que maulla. Yo que le doy unos besos en el cuello y ella que me acerca el cuerpo. Yo que abro el cierre de su bolsa de dormir y meto la mano. Titubeo... ¿tendrá ganas? Ella que abre sutilmente las piernas. Me avivo: ¡ésta es la mía! Yo que con falsa delicadeza paseo la mano un rato por encima de su pantaloncito. Basta, suficiente previa. Meto mano por debajo del pantalón y la empiezo a tocar. Enseguida agarra viaje y responde con un pequeño gritito. Yo suavemente la detengo: shhh... afuera están todos despiertos. Ella comprende. Me acerca la boca al oído. Yo que le sigo haciendo la paja y ella que decide expresar cada suspiro en mi oreja. Paja-suspiro. Paja-suspiro. Qué calor hace en esta carpa! Ella que es una locomotora a punto de estrellarse contra mi cara. Ella que me agarra fuerte la mano en acción y me maniobra, se mueve, me muerde el lóbulo, el cuello, desespera, chucu-chú! se va a estrellar, no hace paradas en ninguna estación! chucu-chú! se mueve más, yo no sé si podré a esta velocidad, bueno sí, ella se pajea también, esto es un quilombo, chucu-chú! ojo que afuera están todos, ufff, bueno no importa!!! gritá guachaaaa, gritaaaaaá!!!


Esta es la época del año en que una se sienta en la monocromática oficina y empieza a planificar mentalmente las vacaciones.
Ojalá estén buenas...

Atrapadas en el Limbo

Suele pasar que, cuando dos mujeres deciden terminar una relación de mediana o larga duración, hay un largo y tedioso período de transición que va desde el primer pedido de corte (por una de las partes) hasta el corte real. A ese período de transición lo voy a llamar "El Limbo". Es ahí donde las almas de las dos contrayentes pululan por tiempo indefinido mientras esperan que el juicio divino les guillotine de una vez el pescuezo o las mande a un lugar mejor, al cielo de las tortas quizás, donde se toma fernet todos los días.

Lo que sucede es que un día A le dice a B "Querida, no sos vos soy yo, que no te banco más". B llora, luego llora A, B le dice cosas horribles, A replica peor, B llora de nuevo, A la consuela, cojen, B cree que entonces A todavía la quiere y ¿para qué van a cortar? evidentemente es otra más de las locuras de A, pero luego A repite que efectivamente eso no da para más.
Disolución y fin de la relación.

Una vez en el Limbo, ex marida y mujer cuentan con varios derechos aparentes (aparentes porque no están legislados, sino que son derechos de palabra, que suelen diferir según la ex pareja que los perpetre):
1) A y B pueden cojer muchas veces después de la relación.
2) Si A fue quien cortó, tiene derecho a no dar explicaciones de casi nada.
3) Si A le cortó a B, B puede llorar después de cada cojida y durante los ilimitados llamados telefónicos.
4) A tiene derecho a estar con otras minas, ya cortaron, ella no juró fidelidad post-corte.
5) B tiene derecho a volverse completamente obsesiva y hacer reclamos como si todavía siguieran en pareja porque, después de todo, siguen cojiendo!
6) A tiene derecho a decir que no tiene porqué bancarse todo eso y a guardar silencio hasta que venga su abogado.
7) A y B comparten igual derecho a decirse cosas aún más horribles que cuando apenas cortaron porque, ahora que lograron tomar más perspectiva del asunto, se han dado cuenta de todos esos defectos de la otra que nunca se animaron a criticar.
8) Las patrias potestades de libros, cds, fotos, mascotas y recuerdos de todo tipo quedarán repartidas en forma absolutamente desigual. Si A fue la solicitante del cese de la relación, debe otorgar (con cierta dosis de lástima) la tenencia de la mayoría de los bienes. Este reparto puede durar varios meses y es usual que B retenga alguna propiedad de A para tener algo para chicanearla a posteriori.
9) Las patrias potestades de amigos y parientes vuelven a ser propiedad de las previas dueñas, no sin antes tener derecho a cometer varios delitos pequeños, como llamar a la suegra para decirle "feliz cumple" o algún delito mayor como tranzarse a una de las amigas de la ex (atroz, pero sucede).
10) Después de tanto tiroteo, las ex tienen derecho a encontrar un punto de finiquitación (en nombre de la paz o del hartazgo) y alejarse cada una por su lado, con su gente, a hacer el duelo de aquello que hace rato estaba muerto.

El Limbo puede ser un lugar temible. Un vacío nebuloso, cubierto de carilinas, canciones de Air Supply, lanzamiento de objetos contundentes, secreciones y griterío.

Hay quienes determinan el final de una pareja y, con gran limpieza, retiran sus pertenencias y se van. No hay más para decir. Las dos han acordado mutuamente escindir los caminos.
Pero muchas otras somos pegajosas, simbióticas, neuróticas, escandalosas, pasionales, jodidas, pendejas y ¿humanas?... Y no podemos, simplemente nos quedamos ahí por demasiado tiempo.
Perdidas. Lloronas. Irresolutas.
Atrapadas en el Limbo.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Día Nacional de la Boluda

Cuentan que hace muchos, muchos años, en la época del Virreinato, habitó una casona paqueta de la Ciudad de Buenos Aires, la señorita D. Alcorta Unzué. La señorita D. se jactaba de haber sido la primera en importar la histeria a la colonia sudamericana, directamente desde París.
La señorita D., que había estudiado en las mejores escuelas europeas, una vez completada su educación en las artes de seducción femenina, ordenó a sus esclavos llenar sus arcas del producto más preciado por los hombres del Viejo Continente. Fue así como la histeria se esparció por el Nuevo Mundo como reguero de pólvora, que también estaba muy de moda en esa época.
Las mujeres aborígenes que poco sabían de los modales europeos, fueron colonizadas y educadas con histeria de segunda clase, de esas que las hijas de las familias patricias ya no usaban. Así fueron creadas las primeras escuelas de histéricas profesionales y las mujeres nunca volvieron a ser las mismas.

Del linaje de aquella familia nació, casi a fines del siglo XX, mi querida D. (haciendo honor al nombre de su predecesora, la dama de la histeria nacional). Y yo, que poco tenía de educada, la vi sarandeándose con su verborragia seductora y no pude evitar enloquecer.
Lo bueno de las malas costumbres es que con el tiempo se desvirtúan y se aggiornan. La histeria más pura que había sido traída hace un par de siglos desde París, se había ajado y había perdido el crédito de aquellas primeras histerias. La histeria hace rato había dejado de ser algo único y yo ya me había topado con miles de señoritas educadas a base del mismo producto. Con D. tardé un poco más en notar lo que sucedía. Habrá sido su linaje que le otorgaba más aprendidas cualidades. Pero finalmente pude reconocer en ella las señas particulares de la histeria. Ella, por supuesto, jamás reconoció sus intenciones y cuando ambas tomamos direcciones contrarias, puso gesto de que de todas formas esto no le importaba. Una histérica más que típica. Y un corazón más que destrozado (el mío, obvio), después de haber recibido aquel sádico tratamiento.

Dicen que allá por 1810, en los días de la Revolución de Mayo la señorita D. Alcorta Unzué había enamorado ya a cientos de incautos que jamás habían sido prevenidos de los modales de la histeria. Pero cuando la histeria se popularizó, el pueblo entero tuvo noción de las verdaderas intenciones de la señorita D., intenciones que nada tenían que ver con contraer matrimonio como bien debía hacer una señorita de aquel entonces, sino tan sólo de jugar con los incautos, jugar hasta enloquecerlos, porque ella también estaba un poco loca, perdida y desahuciada y muy poco sabía lo que realmente quería, entonces siempre acudía al juego, los bailes, las mejores ropas y la más ambigua verborragia, pero nunca, nunca la concreción del amor.

El día que la señorita D. Alcorta Unzué quedó en evidencia ante el pueblo de Buenos Aires, murió de vergüenza. Murió o desapareció. Nadie lo supo jamás.

Fue ese turbulento día de 1810, en que la ciudad entera supo que la señorita D. no era más que blabla, giladas y nubes de pedo, que decidió instauarse como el Día Nacional de la Boluda. Porque no hay boluda más grande que una histérica que queda en evidencia.

Feliz Día de la Boluda para todas!
Celébrenlo con precaución.

martes, 24 de noviembre de 2009

El extraño complejo de Roberto Carlos

Durante mucho tiempo creí que el mundo se dividía en 2 tipos de personas: Cazadores y Presas.
Mientras fui heterosexual (o lo que sea que era) se hacía todo más simple porque está socialmente determinado que los hombres cazan y las mujeres se dejan cazar. Por esa cosa del hombre activo que viene con su pija a cojerse a la mina que pasivamente lo espera en casa con un guiso y una tanga nueva, para ser cojida por él.

Pero en el mundo de la tortez: ¿quién es Cazadora y quién es Presa?
Tuve que dibujármelo mentalmente: Cazadora es la fea, Presa es la linda; Cazadora es la chonga, Presa es la femme; Cazadora es la que es más grande de edad, Presa es la más pendeja. Es decir que ese tipo de categorías definía para mí cuestiones como: quién toma la inciativa para cojer, quién hace la cena, quién paga la cena, quién cuida a quién, quién tiene mayor autoridad en una relación, quién tiene el derecho de encarar minas y quién el de ser buscada.
Yo, que ya venía con una serie de problemas de autoestima (¿y quién no?) me definí como Cazadora. Claro, en mi mente poco agraciada pensaba que iba a tocarme el oficio de tener que salir a buscar, como el que vive en tierras áridas y tiene que salir a nomadear por el mundo, a hacerse de aquello que nunca va a llegar solo.
Para la cacería me equipé con las armas necesarias:
1) Un ambiente propicio: bolichín donde cualquier cosa que fuera el desastre mismo, se suscitaba todas las noches del fin de semana.
2) Ropa de torta: para ser detectada. Nada de jean ajustado y botas. No había que camuflarse, todo lo contrario, había que dejar en claro mi condición por si alguna presa pasaba cerca y miraba intrigada... Trampa activada: Presa a la canasta!
3) Litros de la vaselina del amor: Alcoholes de todo tipo, para mí y para las presas que, atontadas, caían aún más fácilmente. Ni hablar que para este tipo de faenas la cazadora adquiere destreza si pierde inhibiciones.

Todo resuelto. Muchas presas, muchas noches... y una adolescencia que había tomado revancha por golpes anteriores.

¿Todo resuelto? No... no tanto. Porque después una deja la adolescencia y se da cuenta que el mundo no está configurado de esa manera (¡menos mal!) y que no hay que armarse, sino aprender a desarmarse y ser lo que una quiera ser, sin muchas más categorías que las que a una le plazca tener en cada momento. Y a eso le ponemos el nombre de Identidad. Nos desarmamos y armamos algo más versátil, más relajado. Algo que disculpe los dolores del pasado y nos mime por ser lo que somos. Identidad. Soy lo que soy (pero con orgullo!). Y sale del fondo la bandera del arcoiris para reivindicar no sólo la homosexualidad, sino la diversidad. La posibilidad de que seamos únicos y diferentes.

Yo no quería ser Roberto Carlos. No, no quiero tener un millón de amigos. Y cuando siento que estoy envuelta en la confusión que a veces se plantea entre las mujeres, necesito aclarar: ¡Yo no soy Roberto Carlos! Porque las mujeres somos jodidas. Muchas mujeres hablan de más y no saben respetar los vínculos. Conocen a una flaca y hablan de sus ex, de la que conocieron el otro día, de una con la que chatearon ayer. Y hasta son capaces de decirnos: "Nos conocemos y vamos viendo qué surge" para después no tener que hacerse cargo del fiasco que puede ser conocerse. Y ante eso yo me veo obligada a exclamar: ¡Yo no soy Roberto Carlos! Yo no quiero ser tu amiga, flaca, a ver si nos entendemos!!!
Pero quizás no sea una cuestión de decir, sino de ser (claro que no está de más a veces que la otra sepa que debe respetar nuestro vínculo con ella). Hay que SER una No-Roberto. Hay que encontrar un espacio propio, una identidad. Ser una No-Roberto desde la acción. No, yo no quiero ser tu amiga, por eso voy a ser el riesgo de que te enamores. Y eso no es nada fácil. Y lamentablemente no se resuelve con los estados etílicos.


Habrá que habitar el diván freudiano un tiempo más...

domingo, 22 de noviembre de 2009

La reina de las pajas

Cuando yo era chiquita, hacerse la paja estaba muy mal.
Pasó una vez que una compañerita de la primaria, que había cometido el error de besar a un suertudo y lampiño púber mucho antes que nosotras y el aún peor error de desarrollar primera del grupo, heredó de esa manera el calificativo de "Pajera". Nunca se supo si Pajera era realmente Pajera o la había precedido su fama, pero yo aprendí en ese instante que si Pajera debía cargar con ese seudónimo como una cruz, yo nunca, nunca diría nada.
En esa época, como dije, hacerse pajas estaba muy mal.
Y yo fui mala desde muy joven.

En los más de 15 años que pasaron desde aquel entonces, el autoerotismo femenino ha ganado muy poco terreno.
Las pajas tienen fama de la boca para afuera. Muchas se reconocen pajeras, pero la declaración abierta de pajerez generofemenina sigue abochornando a la mayoría.
Pues las que no amen las pajas, ¡no me jodan!... Y mucho menos me llamen!


Lady Digital apareció un día en mi msn, quién sabe sacada de qué chat. Yo ya venía de muchos años de pensar chanchadas (de aburrirme de ésas e inventar algunas mucho peores) y de pecar contra todas las iglesias del planeta. Lady D. y yo no compartíamos muchas cosas, pero un día alguna guasada que dijo pegó en el jackpot de la tragamonedas que llevo por cabeza y *cereza-cereza-cereza* ¡Clín, clín, clín, clín, clín! empezaron a caer uno a uno, todo tipo de pensamientos pajeros. Lady D. No me quería conocer personalmente. Nunca quiso. Bastaba con tenerme de porno-relatora para que ella se hicera pajas a mi nombre. ¡Viva! Para una small-town girl, que había escuchado tantas veces que eso estaba mal, Lady D. abrió un mundo en el que existía muchísima gente tan pajero-podrida como yo.

La muy sabia Liliana Felipe dice:
"Si diosito hubiera querido que no me masturbara, o masturbase, me hubiera puesto el sexo más abajo... o las manos más arriba... o las tetas en la espalda".

Estimadas señoras: Una mujer con todas las letras debe ser ante todo, una mujer pajera! Porque la pajera es una mujer que ha descubierto la llave a la mayor de las independencias.

Amén!

sábado, 21 de noviembre de 2009

Los muertos que vos enterráis...

Cartas, libros, mails, llamadas, flores, mensajes de texto, pasacalles, avisos en diarios, canciones dedicadas en la radio, apariciones sorpresivas, regalos de toda índole.
Todo lo que nuestras ex no hicieron en vida, lo cometen desde la tumba. Nos dejan un legado de obsequios y disculpas baratas por su accionar delictivo.

Los cadáveres de las guerras del amor no se resignan a dar su último suspiro. Y lo peor es que las declaraciones de guerra, muchas veces las hacen ellas. Nosotras sólo salimos de la trinchera de la angustia para ver si podemos defendernos, arañar algún tipo de victoria, una reivindicación para nuestra bandera que ha sufrido los avatares de la sangre derramada.
Perdemos territorio cada día que ellas abusan de su arsenal, mientras nosotras empuñamos torpemente el arco y flecha. Y así va muriendo nuestro pobre ejército de Soldados de la Confianza al Ser Humano.
Con orgullo y mucho huevo, un día decidimos salirnos de la línea de fuego. "¡Esta no es nuestra guerra!", manifestamos con un grito y nos retiramos. Nos vamos a otras tierras, con los pocos soldaditos que nos quedan y con la esperanza de que ellos engendrarán hijos criados en paz y serán libres de todas las guerras que nuestra ex, Enana Fascista, intente proclamar.
Y así Enana Fascista se debilita y comprende que la guerra no es el método. Nos ve alejarnos por el horizonte, planta bandera blanca y comienza con sus ofrendas.
Y cuando el nivel de histeria es grande, las ofrendas pueden ser una artillería mucho más pesada que la de la guerra:
"Sólo quería saber cómo andabas", "Me acordé que hoy era tu cumple", "Perdoname por todoooo", "Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde", "No quise, no debí, no me di cuenta", "Te amo, siempre te amé, blablabla". Sí, ese tipo de mersadas super conocidas, porque cuando una ya está de espaldas a la otra, recorriendo el camino opuesto, esas frases hechas son repelentes.
Sin embargo muchas han caído, si no en la guerra, en las ofrendas. Regresan al reinado de Enana Fascista para eventualmente darse cuenta que todo aquel aparato de Estado ya está podrido y no hay nada más que hacer. Encontrar otro país, quizás más habitable.
Y cuando finalmente nos fuimos, Enana Fascista muere, sólo para reencarnarse en la anacronía de los regalos, los mails, los mensajes...

¡A cuidarse mucho!:
"Los muertos que vos enterráis, gozan de buena salud".

Escuela Argentina de Histéricas Profesionales

La Escuela Argentina de Histéricas Profesionales anuncia que ya está abierta la inscripción para su ciclo lectivo 2010


PLAN DE ESTUDIOS

5 materias que quizás sean obligatorias (te lo vamos a decir cuando nosotras queramos):
1) Historia de la Histeria 1: De Cleopatra a la Reina Isabel. De la antigua histeria a la nueva histeria moderna.
2) Metodología 1, para principantes. Dividida en 3 ejes: Inseguridad - Insatisfacción - Frustración.
3) Teoría y Técnica de la histeria: Conceptos básicos para que después vos le puedas poner tu propio toque enfermizo.
4) Medicina y Neurología: Casos de histeria leve a Histeria patológica. Cómo detectar cuando te estás zarpando en histeria.
5) Idiomas: A elección entre Chino básico o Japonés, los lenguajes milenarios de la histeria.

Optativas:
2 materias a elegir entre:
- Historia de la Histeria 2: Histeria posmoderna. Se leerán 3 textos: "Todo comenzó con la minifalda", "Cultura capitalista y la supervaloración de la figura de la histérica", "El pop y la histérica del siglo XXI".
- Freud y la pregunta crucial: ¿Qué mierda tienen las histéricas en el inconciente?
- Historia social de la Histeria en la Argentina: Formación del Sindicato de Histéricas Argentinas. Desde las luchas obreras hasta la crisis del 2001.
- Marx y el comunismo: Porque en todas las carreras en algún momento se lee Marx.
- Filosofía uterina: Heráclito, Kant y Hegel, una visión sobre la locura pre-menstrual femenina.
- Ética y protocolo: No hay. Materia cancelada.

Seminarios / Talleres:
1) Escapes y excusas: Un recorrido por las formas más adecuadas para evitar compromisos y nunca tener que hacerse cargo de nada.
2) Redacción: El arte de escribir mails sin una posición definida e imposibles de analizar.
3) Magia e ilusionismo: Técnicas de desaparición y reaparición y desaparición y reaparición.
4) Retórica, oratoria y lenguaje: Discurseando sobre nada. Cómo mantener una conversación sin contenido y absolutamente neutral (al final de la cursada quemaremos una estatua de F. de Saussure).
5) Escuela Lacaniana: Seminario 1 "Porqué la histérica debe ser confinada a un diván de por vida".
6) Escuela Pitagórica: Seminario 2 "Porqué para la histérica 2 + 2 puede ser 7".
7) Taller de Teatro: Si todo falla, siempre sirve la actuación.

Sé Licenciada o Técnica Superior en Histeria.
Títulos oficiales!
Vacantes lamentablemente ilimitadas.

¡Vení a aprender a cagarle la vida al otro!

lunes, 16 de noviembre de 2009

El amor es una puta golpeada

Cuando corté mi -al pedo tan larga- relación con N.N. transité el dolor de la peor manera. Así soy yo. La que siente que debe morir en cada respiro. No me malinterpreten: soy una persona que le pone muchas pilas a la vida, pero si hubo un golpe de estado a mi órgano corazonil... chau, no quiero vivir, cierren las persianas, es todo un asco, mis amigos no están, oscuridad, vampiros de papel maché y toda la bola.

Nunca había tenido una pareja seria. Bueno, N.N. no era nada seria, pero así dicen que dicen que se dice cuando estás mucho tiempo con alguien: "seria".
Así que amé seria y después cortamos y seriamente me hundí en un pozo de porro, llanto nocturno, películas de amor, porro, llanto en colectivos (sí, muy feo de ver) y bajón post porro. Y todo esto muy en serio, seriamente.
Lo raro es que después el corazón se recompone. Yo no sabía eso. Así que a la que esté en un aprieto de esta índole, le anticipo que aunque te estés ahogando en moco, esto va a pasar. Y después te vas a volver a enamorar (tranquila, faltan años luz para eso) y también vas a sufrir y toda la pelota esa de nuevo. Porque si somos tontas para algo, es para tropezar siempre con el mismísimo adoquín del amor.

N.N. me enamoró con su histeria. Yo era joven y boluda. Y ella lo que me daba me lo quitaba. En ese jueguito me tuvo siempre. Era como el calcio de la leche. Te tomás un vaso pensando que te va a hacer bien pero dicen que después eso te termina generando no sé qué, pero no te da nada de calcio, de hecho te lo quita. Parece que es todo una mentira de Pancho Ibañez. Y así me la tomé yo a N.N., de un denso trago largo. Y me atraganté con su incipiente sexualidad.
Claro que después, el cartón pintado se descascara, no en mucho tiempo realmente, pero el suficiente para estar ya en los primeros "te amo" y que entonces todo empiece a perder proporción.

De mi relación aprendí algunas cosas:
1) Lo doloroso que es que alguien tenga el poder para decirte una frase y asesinarte a sangre fría.
2) Que tu estado de ánimo evidentemente puede estar en manos de otra persona que lo maneja según su capricho.
3) La ansiedad que te genera pensar que una pelea puede ser la definitiva (y después se suceden miles más que también parecen de igual gravedad).
4) Hagas lo que hagas, stay away from the histéricas. Mantenete lo más lejos posible. Igual ellas van a venir, no sabemos no adorarlas, pero será mejor estar lejos a ver si al menos les da fiaca el viaje.
5) Que es cierto que las tortas somos simbióticas y que ni bien podemos, ponemos todo en cajas y nos mudamos juntas.
6) Que mudarse juntas puede ser el principio del fin de una pareja.
7) Que mudarse juntas ES el fin del sexo (o al menos a veces). Patricia Sosa is right!
8) Que la frase "Esto a mí no me va a pasar" significa que ya te está pasando.
9) Que las pequeñas cosas feas que pasaste por alto al principio de la relación, son las pelototas de nieve que le vas a tirar a la cara ni bien cortes.
10) Que era cierto eso de que de los cuernos y la muerte nadie se salva.

Todas hemos aprendido, a fuerza de moretones.

El Indio tenía razón: Uno no vuelve virgen del amor.

Tortas de molde

No quiero culpar a nadie. Creo que soy yo la que inventa categorías y luego hago entrar a la gente dentro de esas categorías que creé. No quiero tener esta visión del mundo y pienso que es muy ofensiva. Pero quien acuerde conmigo se sentirá menos sola a partir de que yo haya dicho lo que tengo para decir.

Hay moldes de torta. Y no hay muchos moldes, habrá unos 15 o 20. Quiero decir, hay tipos de torta: Lemon pie, Selva negra, Chocotorta y otras más.
Luego hay variantes de estos tipos de torta: Chocotorta con más mendicrim que dulce de leche, Selva negra decorada con frutillas, Lemon pie con merengue de huevo de avestruz. Sea lo que sea, no dejan de ser Chocotorta, Lemon Pie, Selva negra. Y no puedo visualizarlas diferente.

Una chica tiene un flequillo así o asá. La otra usa tal ropa. Aquella camina pecho al frente, Diego Armando. Pero yo las veo a todas iguales. Molde 1 y cientos de variantes de ese mismo molde de persona. Molde 2 y cientos de variantes. Molde 3, y así...
Y salgo a bailar y me encuentro con esos moldes, no precisamente la misma chica, pero su símil, una y otra vez. Repetida mil veces. El símil de una, después el símil de otra y de otra y parece que siempre son las mismas.

En clave de humor traté de reírme muchas veces de las tortas de molde. Las clasifiqué: Chonga, Shane, Intento frustrado de femme, Darkie, Punkie, Chica Brandon, Hard Core, Reggetonta, Ex Paki Curiosa, Hija de Bach, Rocker, Intelectualoide, Señora tomadora de fresita en Sitges, Pendejada (o Clan de las Todas con Todas)... y algunas más.
Y después me sentí mal por ser tan grosera y generalizar de esta manera. Ojo, es muy probable que yo engrose el montón de gente que está dentro de esos moldes... Vaya uno a saber.

Por eso cuando aparece una naba que es maravillosamente distinta, ahí PUM! muero. Y no sé cómo conducirme, porque es más fácil entrenarse con las tortas de molde.
Pero cuando alguien rompe el molde, ¿qué hacer?

¿Qué hacer con usted, señora D.? ¿Que no ve que la adoro? Que tomaría varias ciudades por usted y con usted. Y haría la revolución latinoamericana, sólo para que usted elija un país para ser feliz conmigo.
Será cuestión de esperar si alguna hermosa señora tiene por ocurrencia andar rompiendo moldes para amarme a mí, de una buena vez.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Rasta Woman y los peores besos de la historia

Me hice socia del club de las Mujeres que Aman Mujeres en el año 2002, si bien se dice que ya sos miembro aunque no te hayan dado el carnet.
En el formulario, marqué las siguientes razones de mi ingreso:
- Tetas
- Amor
- Conexión
- Pasión
- Más tetas (sí, perdón, pero había 2 cuadraditos y marqué los 2)
- Besos hermosos, suaves, semi eróticos

Todas las cosas que no había encontrado en los hombres. En realidad algunos tienen tetas, pero eso no es nada agradable de ver.

Nunca me gustaron los besos que me daban los hombres: Besos rudos, apurados, babosos, raspudos, clava-dientes, atolondrados, mordedores.
Besos en los que no había una pasión mutua in crescendo. Sólo existía la desesperación del Señor Bruto de turno, por demostrarme lo fuerte que podía ser, lo bien que iba a hacer que yo la pase y... No! Omnipotencia quién???
Una cosa al mejor estilo Sarli - Bo.

Por eso cambié de River a Boca (no sin constantes abucheos de la tribuna de mi equipo anterior) y fueron justamente bocas féminas las que codicié desde aquel entonces.
¡Oh, ave de rapiña! ¿pero qué pueden cuestionarme ustedes, las que se alimentan de la misma presa?

Rasta Woman me vino a chamuyar en un boliche con bastante torpeza, pero en esa empresa vergonzosa que montó fue casi encantadora. Tenía cosas interesantes para contar: así que estudiás esto? así que te gusta aquello? yo viajé a tal país y me mantuve a base de 8 gamas de arroces diferentes...
Bueno, bueno, RW... ¿¿¿taaaanta charla??? Estamos en bolichín. No quiero tu identikit, quiero que me beses. Apresuremos el trámite que ya es de día! Pero ella seguía titubeante y yo... admitámoslo: soy igual! bastante torpe y odio el oficio de arremeter. Por fin, saqué el conejo pajero que guardo en la galera y dije: Me tengo que ir (y si me voy, deberíamos despedirnos, obvio).
Y ahí vino ella con su beso.

(chuik-chuik)

Bueno, bastante mal: un beso acelerado y brutal (sí, querida, te cuento que este fue el motivo por el que me cambié de club). Quizás no entendió que por un buen beso yo podía quedarme un rato más. "¿Me das otro?" le solicité esperanzada. ¡¿¿Para qué??!! Lo mismo. Mismo beso, mismo apuro... Rasta Woman parecía copada, pero no me movió un pelo.

Lo raro es que unas semanas atrás lo mismo me había pasado con una niña en otro bolichín: me pidió un beso casi robado y utilizó la misma técnica de la urgencia. Que me robes un beso no significa que te lleves aspirada mi saliva y un pedazo de piel!!!
Señoras, por favor!!! Hay que tomarse el tiempo de dar un buen beso. En mis épocas aprendimos a hacer las cosas así, con ternura, con calentura
(piernita en lugar estratégico, por dios, es altamente necesario!).

He aquí mis mandamientos:
1) Se besa con la boca, pero también con las manos, con el cuerpo todo, apretado contra la señorita en cuestión.
2) Se besa con pasión, pero chequeando que la otra esté en la misma sintonía que nosotras.
3) No debe besarse con los ojos abiertos mirando para otro lado ¿qué más hay para ver? Esto no es un zapping!
4) El beso es para pasarla bien, sino no nos besemos. No se trata de la
cantidad de besos que diste en una noche, sino de la cantidad de calentura que te generó, aunque haya sido sólo uno.
5) Sin piel no hay beso. Y si te diste cuenta que no hay piel en pleno beso, rajá. No vale la pena. No es culpa de nadie. Es lo que es.
6) La revolución del amor tiene una sola consigna: ¡BESO O MUERTE!
Graffitiemos eso por la ciudad.
Por una patria sin besadoras de morondanga!!!
Vamos a instruir a las niñas recietemente asociadas (yo sé que hay muchas que se ofrecerían de profesoras ad honorem).
Formemos la primer Guerrilla del amor y el toqueteo feroz!!!


Estamos reclutando.

jueves, 12 de noviembre de 2009

World wide wevada is gonna kill me

¿Qué hago entrando a su feisbuk, me querés decir? Ay, qué linda está D. en esas fotos ¿tiene otro corte de pelo? Hoy no se conectó a mesensher ni me respondió el mail...

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La obsesión es un código binario.

D. y yo hemos decidido dejar de hablarnos (fui yo la de la inciativa en realidad). You say tomeito and i say tomato. Si D. quería una amiga y yo quería una novia, no podemos hacer negocio. La vida es así. "Hay que hacerle frente!" me digo y me golpeo el pecho para comprobar si es tan fuerte como yo pienso.
D. y yo no more (Say no more! grita Charly con su nueva pinta de vieja
ricachona). De todas formas yo había empezado el juego con cartas de
póker y estábamos jugando a la rayuela. No había forma de ganar.
Entonces lo mejor fue retirarse, habiendo perdido la casa, el auto y gran parte de la dignidad. Pero una siempre se consuela pensando que había mucho más por perder y que por suerte esta vez supo salirse a tiempo...
Aunque realmente, ¿cuántos corazones rotos es "a tiempo"?

Debo abandonar la virtual demencia que me conecta a ella.

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Dissconect.

El camino a Soltería City

Cuando estás tomando la ruta que te lleva de regreso a Soltería City, podés empezar a vislumbrar los carteles publicitarios:
"Siempre se vuelve a Soltería City"
"Soltería City: venga a conocer las mujeres más intrascendentes del planeta"

Sí, pegué novia unos años y me fui a una galaxia far, far away. Y
cuando volvés a la singularidad, a no llamarte más "Nos", a dejar de ser "Tortódroma + guest" te das cuenta que hay un nuevo sheriff en la ciudad y que todo ha cambiado. Ahora sos forastera y las leyendas que te evocaban han quedado en el olvido. Nadie te recuerda y mucho menos vos misma.

Cuando volví a Soltería City podría haber tomado por Aprendizaje Street que me dejaba directo en Autosuperación Aveniú, pero decidí tomar la bifurcación por Calentura Road y no aprender nada de nada, pero pasarla bastante bien.
Subí por la calle en mi Cadillac blanco y me topé con una persona sin cara que hacía dedo. Dijo que se llamaba Hetero Fantasiosa. Había algo que me gustaba de ese nombre... probablemente la falta de sutileza.
Se metió en el auto y me dio su tarjeta: Hetero Fantasiosa. Instructora del desastre. Pierda kilos sin perder el corazón.
Me pareció una buena propuesta. Después de todo, el corazón lo había dejado muchas millas atrás.
Le propuse ir a cierto bolichín (ahora todos los bolichines de la vieja Soltería City habían cerrado, así que debí ponerme al tanto de los lugares hip del momento) y nos encaminamos hacia allí.
Lo extraño del lugar fue haber reconocido a varias figuras de Married Land, que muy torpemente intentaban montar sus Identidades ParaLelas, eso sí, con mucho cuidado de no hacer ningún espectáculo público que podría haber sido tildado de piratería. Soltería City es para ellas una ciudad balnearia donde pasar unos días vacacionando de Miss Bruja back home.
Hetero Fantasiosa era pura pluma y poco beso así que decidimos envaselinar la conquista con unos tragos fuertes y algunos bailes. El beso fue condición natural de la etilia y pronto (no sé cómo, no recuerdo haber manejado mi Cadillac hasta su casa) estábamos en su departamento, ahora no hay tiempo para chequear sus libros, lo haré después, saco remera, saco pantalón, saco corpiño, desembarco en la cama, arrancamos acolchado, beso, mano, beso, mano y carnaval carioca de 4 horas de duración.

Cuando salí de ahí estaba bien entrada la mañana. Manejé mi Cadillac por las calles con un falso sentimiento de grandeza.
¡Viva yo, la etilia y Soltería City!
¡Viva Soltería City! ¿Por qué decidí dejar la ciudad? Married Land con su paisaje rural, ¡qué bucólico aburrimiento! Married Land con sus camas sin sexo y los fines de semana en dvd. Married Land con su Máquina de Fabricar Cotidianos. Ella en mi cama diciéndome que me ama, ella a mi lado mirándome con lágrimas o haciendo un chiste o acariciándome la nuca. Y Hetero Fantasiosa que nunca dijo nada, ni una caricia en la nuca.

Dicen que las que regresan a Married Land después de mucho tiempo de habitar los hoteles de Soltería City juran y perjuran no volver a cometer los mismos errores.

Cuando estás tomando la ruta que te lleva de regreso a Married Land, podés empezar a vislumbrar los carteles publicitarios:
"Siempre se vuelve a Married Land".

lunes, 9 de noviembre de 2009

Código de miradas

Señoras, por favor! Hay códigos de miradas!
Si crúzome con Señorita Equis, ¿cuántas veces he de mirarle?
Repitan niños:
1 vez para chequearle
2 veces para insinuarle
3 veces para garcharle

No jodamos, señoras! Háganse dueñas de sus ojos. No puede Señorita Equis
mirarme insistente si no decide con premura amarme hoy, hoy mismo, en este
Lugar-Equis, donde viven las Señoritas Equis, ella tan Equis como las
demás, primas lejanas de las Ene-Enes de la Península de la Ebriedad.
Señorita Equis -le digo con las cejas- no mire usted, si anda con ánimos de regateo. En este remate hay códigos: tres miradas es un garche.
Y no es que todas las Generofemenino entiendan los códigos. Algunas especies son inmunes:
- Heterosexuales, no aplica (ellas no miran con esos ojos! no, para nada).
- Mujeres de novias, se anulan los códigos (pueden mirar lo que quieran,
están de novias, nunca tienen intención aparente... o eso dicen).
- Histéricas, pueden presentar algún recurso de amparo (siempre se amparan
en los recursos).

D. tiene ojos negros y mirada malintencionada. Medusa y sus cabellos de
serpiente. La miro y me hago estatua. Así de pelotuda soy. Y le he
perdonado que haga abuso legal de todos los Códigos de miradas. Corrupta ha llegado al poder, rompiendo las leyes básicas, argentinísima. No los voy a defraudar!

Yo no la voté!!!
Bueno... quizás un poco sí.

Amiga-Conchuda y sus tristes verdades

Amiga-Conchuda, siempre dice la verdad aunque duela. Yo trato de no verme afectada por los comentarios que Amiga-Conchuda me hace pero -la muy Conchuda- siempre atina. Y aunque afirmo: no le voy a dar pelota! su comentario drástico me pincha la psiquis. Amiga-Conchuda no quiere ser Conchuda. Es simplemente inteligente y terapizada, como yo. Es Conchuda de apellido, porque si uno recibe de familia la Conchuda cualidad de ser perspicaz, no hay registro civil que aguante.
Amiga-Conchuda siembra la duda en mí. Una duda llena de mierda, que fertiliza. Nace una planta de dudas. No le doy pelota. Puedo vivir con unas cuantas hojitas de duda haciéndome cosquillas en las piernas cuando paso cerca.
La duda crece y se hace árbol. Ok, ya entendí, hay una enorme duda en mi jardín. Y después resulta que esa duda ya estaba. Amiga-Conchuda sólo me limpió la ventana para que viera el tremendo ombú que tengo en frente.
Amiga-Conchuda (A.C.) me asegura que D. no es nada, que es pura fantasía. Dice que si D. no hace algo, si ambas no podemos llevar esto a lo real, bien puede ella irse con su peluca fuscia a Berazategui o a Necochea.
Entonces resulta que ahora A.C. dice que esto es todo fantasía.
Y sí, lo es. Bien ganado tiene su apellido. Lo repito: Conchuda, Conchuda, Chonchuda!!!
Pero después me acuerdo que su nombre es Amiga. Y me suenan en la cabeza sus palabras que me recuerdan que soy bella y que merezco algo mejor. Amiga. Mi querida Amiga-Conchuda.

domingo, 8 de noviembre de 2009

La loca de los mensajes de texto

No vale la pena hacer esfuerzos para que alguien te guste. Si no te gusta, no te gusta. Ponele nombre de: Noche de sexo, aventura pasajera, un beso en una esquina, una cita corta. Sea como sea, nada de eso funciona. Si la mina no te gusta, no hay otra. Y cuantos más esfuerzos hacés para que te guste, porque claro, a veces queremos tener una historietita, sin muchos mambos: tocar teta, tocar algo, que nos hagan algo, que nos olvidemos de otra que nos gusta, tocar teta ¿ya dije eso?... en fin, queremos una historia breve para pasar los días, pero si no te gusta, compañera concho-militante, no hay otra. Lo máximo que lográs es eventualmente sentir hacia ella una repulsión enorme que aparece al grito de: ¿Qué mierda hago con esta mina? Lo bueno sería que ese electroshock no te agarre en plena orali-performance, porque si algo no sabemos, muchas de nosotras, es escapar en ese tipo de momentos.
A mí por suerte ese baldazo de disgusto me pegó un día equis, con una tal señora G. con quien nunca llegué a performancear ni nada, ni beso atiné a darle, tan claro estaba que no me atraía. Pero después me aburrí de los días aburridos e intenté convencerme de que quizás con un poco de amor y vodka... con suerte y ceguera... tocar teta. Pero no. No pude ni siquiera eso.
A los santos piquetes vino ella a manifestar su odio: histérica! histérica! me gritaba, como pidiendo salario mínimo por los hijos que no tuvimos.
Y sembró mi celular de mensajes de texto. 5.000 mensajes gratis adaptados a la psicópata de hoy, que le regalaba su compañía de telecomunicaciones para que pueda atormentarme con culpas y luego disculpas por sus culpas y luego intentos por atraerme entre puteadas y besos por celular. Mollo tenía razón, la puta que lo parió!

Peluca fucsia + Bodoque

Ayer me topé con D. en la Marcha Gay (oh, sí!) y cae con la ex novia, o sea B. de Bodoque (oh, no!). Marcha en la que, por cierto, dijo que había pensado ir conmigo. wtf??? Hola! sí, es martes 13 evidentemente.
¿Qué onda eso? La vi y se me fue el alma al demonio. Y eso que estuve bailando y saltando y pasándola genial con mis amigos. Pero cuando llegamos a Congreso la veo a ella, mi divina D. con una peluca fucsia y su Bodoque que tiene por novia, o ex, o no sé qué mierda sean, pero ahí estaban. Yo ni pelota, le dije 2 boludeces y rajé. Lo que menos quería era fumarme el resto de la marcha con ella y su Bodoque.
A la noche me fui a dormir una siesta (pre-salida) a lo de mi amiga A. Porro + cerveza + porro = no good combo. Nos despertamos tipo 3 y nos fuimos a una fiesta. Ahí estaba ella + Bodoque. Me viene a hablar y le digo: ¿qué onda??? (¿Qué onda, loco??? ¿qué onda vos y Bodoque??, mirame a mí enojada) y ella me dice que a su ex se la cruzó en la marcha y q me mandó un mensaje al cel para ver si yo iba a la fiesta y blablabla. De pronto Bodoque (pobre Bodoque, es tan buena) desapareció o algo así y yo le dije a D. de ir a comprar algo para tomar, o sea, fernet. Y nos fuimos a comprar y nos amamos, de lejos, claro, pero juro q yo sentí amor en ese momento. Esos ojos negros, por dios, creo que va a matarme un día con esos mismos ojos con los que a veces parece que va a amarme. Y otras veces siento que soy un juego que despliega para que su Bodoque despierte y entonces mi muerte va a ser mucho más repentina de lo esperado. Pero en ese momento parecía que nos estábamos amando y ella con su ridícula peluca fucsia, y ella que se veía tan ridículamente hermosa: peluca fucsia/ojos negros. Esta es claramente mi muerte. La cuestión es que Bodoque vuelve hacia nuestro mundo, despertate Tortódroma!!! (o sea, muá), vino Bodoque, y nosotras, Peluca Fucsia y yo, embebidas en la potencia kilowática de nuestras miradas tan hermosas y necesarias, porque nos estábamos tocando con esas miradas y mi cuerpo respondía magnéticamente, se ladeaba hacia adelante (¿no te diste cuenta? quería tocarte y sólo atiné a tocar tu peluca y decir "qué copada la peluca"... ¿cómo fue que mi mano iba hacia el sendero de tu piel y salió por Colectora, deteniéndose idiotamente en esa peluca de plástico que no era ni tu pelo? Qué desastre, por dios, una catástrofe de la industria motriz, mi mano!).
Pero retomo: cae Bodoque y nosotras mirándonos y hablándonos (¿por qué Bodoque no hablaba? carnerito de dios, ahí, comiéndose la situación porque alguna habrá hecho para sentirse así de culpable, rabo entre las piernas, pobre Bodoque, ¿porqué no desaparecés del planeta?). Bodoque capta la situación de amor entre nos y huye ofendida por foro y eventualmente (no enseguida, primero bailoteamos un poco) Peluca Fucsia se excusa y va a socorrer a su Bodoque y así nunca más las vi... habránse ido a hacer bebés lesbianos, mini bodoques de pelos fucsias.

Y yo ahora, al día siguiente, sin aparición con vida de ninguna de las dos sospechosas de mi despecho, dígole al viento y al dios de la pelotudez que estoy enamorada de esta piba, ¿qué te parece? Están dibujando los planos para mi tumba y yo aquí compro una pala y con orgullo comienzo a cavar... estoy enamorada.
¿Y ahora qué?

La vi por vez primera...

D. es una señorita con la que vengo hablando virtualmente hace algún tiempo.
D. está de novia con B. y si bien no quise en un principio buscar algo con D. (hola, no soy idiota... 29 años semi-bien-puestos, varios corazones rotos, por suerte tengo algunos más, no voy a meterme en algo así, una mina en pareja, ¡habrase visto!), la verdad es que desde la primera vez que me habló, se manifestó nuestra chapa de loquitas e intelectuales que tanto decimos que somos.
Después de muchos pedidos míos a dioses diversos, B. y D. cortaron su relación y pude conocer a D. en un reci y fuimos a tomar algo a un bar con mi amiga C. que estaba conmigo. Después de un par de fernets C. se fue a dormir (muy bien esa maniobra, amiga!) y yo me quedé hablando con D. La llevé a la casa y seguimos hablando bastante rato en el auto. Por fin había podido humanizarla, darle cuerpo a esa persona que, a través del cable de fibra óptica, se estaba llevando mi corazón y gran parte de mi cordura. Creí que la había piloteado un poco, pero después me di cuenta que tenía una necesidad inmensa de tocarla, de sentir la textura de su piel, su temperatura... quería agarrarle la mano, abrazarla... pero eso no pasó. En fin... de mis limitaciones y mis miedos hablaremos en otra telenovela. Nos despedimos sin más, ella todavía llorando por B., B. empapelando las paredes de la desgracia por doquier, B por doquier, para todos, todo el tiempo, cuánta enfermedad! Y yo, la peor de todas, Sor Juana que elige a D. y el celibato antes de la idiotez de casarse con cualquier hijo de vecino.

¿De qué la va este blog?

Ser torta apesta.
No quiero discriminar, no señor juez.
Pero quien es torta sabe porqué digo que apesta.
Aquí estaré yo, que me llamaré a mí misma Tortódroma (o T.) contando mis historias de horror en este loco, loco mundo lésbico del desastre, la histeria y la ensalada de corazón roto y moco desperdigado.
Quizás alguna encuentre aquí amparo a sus penas. Pero si Amparo es una mina, acá no la van a encontrar.
Acá sólo fracasos.
Porque señoras y señoras, as you know, ser torta apesta.


(Y a quien dude de las hermosas intenciones que me condujeron a llevar a cabo este blog, les comunico que fue insporado por el amor y el despecho post-amor).