martes, 13 de septiembre de 2011

Cartas de una mujer abandonada

Día 31

Querida:
Me alegro de afirmar que sin vos no sólo podré alcanzar el bienestar espiritual, sino también la bonanza económica, que no es poca cosa.
Haciendo un cálculo exhaustivo de mis gastos en materia de nuestra pareja, he concluido que: si sumáramos los regalos de aniversario y cumpleaños, las invitaciones al teatro, cine, recitales, cenas, hoteles alojamiento (que se te antojaban de tanto en tanto), las vacaciones (en las que, según decías, no debíamos escatimar en gastos) y las eventuales atenciones (libros, cds y otros obsequios), el monto alcanzado superaría ampliamente lo que a cualquiera le hace arquear las cejas y exclamar: ¿¡Tanto!?
Ahora que hemos terminado nuestro noviazgo he logrado ahorrar una buena cantidad de dinero que destinaré a fines absolutamente egoístas.

Definitivamente, la soltería es un estado civil mucho más redituable.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Cartas de una mujer abandonada

Día 27

Querida:
Después de mucho titubeo, finalmente me deshice de todas tus fotos. Eliminé las que tenía en el corcho de mi pieza y las que guardaba en los cajones y álbumes. En una investigación posterior, llevada a cabo por una amiga con la que me jacté de haber eliminado tus fotos, fui obligada además a arrojar a la papelera las fotos que tenía en mi computadora. Ya ves, no hay vuelta atrás. Como un relato bíblico, eliminé por completo las imágenes de mi diosa pagana. Ahora tengo tiempo de concentrarme en mi ateísmo.
Gracias a Dios.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Cartas de una mujer abandonada

Día 25

Querida:
Estos días me sentí apta para adentrarme en nuevas aventuras amorosas. Un clavo saca otro clavo. Y si suscribimos a las teorías de la antigua sapiencia de la ferretería, una mujer debía poder sacarte a vos, mujer, de mi mente.
Pero querida, ¿qué hacen ahora las mujeres para conocerse? Hace años que no asomo las narices por el húmedo sopor de la soltería.
Facebook, dicen.
Con ayuda de una amiga, me he generado un "Perfil". Puse una foto sexy, pero fui etiquetada en decenas de fotos muy poco sexies. Los amigos pueden ser muy crueles. Les pedí encarecidamente que tengan mejor criterio a la hora de poner mi nombre entre sus imágenes públicas.
Así y todo logré chatear con una chica muy interesante y convenimos día y hora para una cita. En el día señalado me encontré con la señorita, que se suponía sería la futura madre de mis hijos. Yo estaba realmente esperanzada. Al final, la fulana ni fú ni fá. La cita, ni fú ni fá. Pero no quise olvidar la filosofía ferretera: una pieza metálica larga y delgada, con cabeza y punta, saca otra pieza metálica larga y delgada, con cabeza y punta. Así que nos fuimos a la cama, no para empezar a encargar a nuestros futuros hijos (porque puedo estar muy deprimida pero no por eso olvido los detalles de la biología), sino más bien porque ya me parecía hora de aceitar lo propenso a ser oxidado (como para seguir en el tren de las metáforas ferreteras). Lamentablemente, la escena duró hasta que mi ataque de llanto inundó las sábanas de confesiones, culpas y promesas de amor eterno a vos, no a ella, que se quedó dormida en la otra punta de la cama.

No somos clavos, querida. He dejado de creer en la ferretería.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Cartas de una mujer abandonada

Día 22

Querida:
Hoy siento que es posible superarte. Pondré en esta empresa todo mi empeño. Es simple cuestión de conducta.

1. Lo primero es darme cuenta de que todo lo que pasa es parte del proceso de duelo. Me ocuparé entonces de repetírmelo cada vez que sea necesario. Llorar a moco tendido por cualquier cosa: es parte del proceso. Pelearme con mamá cada vez que me llama por teléfono, generándome la esperanza de que seas vos, para terminar descubriendo que otra vez es ella y querer matarla: todo eso es parte del proceso. Sentirme la persona más infeliz e incomprendida sobre la faz de la Tierra o al menos dentro de mi círculo de gente conocida (que es lo que importa): es pro-ce-so.

2. No está de más leer libros de autoayuda o mirar películas y creer que me dejan un importante mensaje para mi crecimiento personal. Esa es la siguiente pauta para dejarte atrás: estar profundamente convencida de que esto que está pasando me sirve para aprender. He comprobado que si realmente me creo eso de que detrás de tanto dolor hay una enseñanza, le esquivaré el bulto a una triste realidad: que a veces la vida es simplemente cruel.

3. Siempre es útil escuchar los consejos de los demás, especialmente cuando una está tan alejada de su voz interior. Estos días no faltó el consejero de ocasión dispuesto a heredarme sus máximas de vida. A tal efecto, Lucas, un compañero de trabajo, sentenció el jueves que si el hombre es un animal de costumbre, sólo es necesario que yo me desacostumbre de la costumbre de que seas mi novia. Después de eso, sentí que era conveniente aclararle que no soy hombre ni animal. El consejo de Lucas, sin embargo, fue muy útil: me ayudó a recordar que existe gente más pelotuda que yo.

Pero hoy te juro, querida: podré superarte. Es una cuestión de conducta: Proceso de duelo, aprendizaje y compararse con pelotudos.
Tengo el éxito asegurado.

Cartas de una mujer abandonada

Día 18

Querida:
Creo que entre la poesía y la obsesión hay una línea muy estrecha.

Comprarme las pastillas de miel que comías, para que mi boca tenga el sabor de la tuya, ¿es estar parada justo sobre la línea?

Mis amigos dicen que tener que arrancarme las pastillas de la mano (y de la boca) no tiene nada de poético. 


domingo, 4 de septiembre de 2011

Cartas de una mujer abandonada

Día 17

Querida:
Mi estado de ánimo está muy cambiante. Algunos días me siento hilarante; otros, me quedaría en cama a esperar el Apocalipsis. Los cambios de humor ocurren a veces dentro de una misma jornada. Tengo mis días. Hoy, por ejemplo, me desperté en un estado un poco místico. El sol me llenó de buenas vibraciones y sentí que era el momento ideal para conectarme con mi lado espiritual. Me preparé un té verde y leí mi horóscopo que me pronosticaba una buena semana. Decidí dar un paseo y llegué hasta la plaza, donde estaba la feria artesanal. En un puesto de joyería con piedras, fui instruida sobre las propiedades curativas de cada una. Me llevé un colgante con una piedra de cuarzo para limpiar mi aura y lograr la iluminación. Una vez que terminé mi recorrido por la feria, caminé un rato pensando cosas muy profundas. Llegué a la conclusión de que si mantengo un pensamiento positivo puedo lograr que todo lo bueno que hay en mi interior fluya hacia afuera y todo lo bueno que hay afuera fluya hacia mí.
Más tarde me entregaron un volante de unas clases de yoga que se dan cerca de mi casa. Me lo guardé porque hoy no creo en casualidades: todo pasa por algo. Estoy segura de que estamos conectados en una red interpersonal de amor y energía. Es buen momento para buscar la alineación de mis chakras. Quizás más adelante, meditación trascendental.

Querida mía, hoy pienso que no sos mía. Sos del aire y hacia el aire te vas. Sos hija de la vida y la vida no tiene posesiones. Yo no te poseo. Y aunque mi estado de ánimo aún fluctué, sé que quiero verte libre. Me alegro sinceramente de que hayas tomado el vuelo hacia la luz. Desplegá tus alas. Volá. Que la luz del sol te guíe hacia él y en lo más alto de tu vuelo te quemes bien quemada por conchuda y me paso la meditación trascendental por el quinto forro del orto.
Amén.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Cartas de una mujer abandonada

Día 15

Querida:
En estas dos semanas que llevo de soltera, he realizado enormes avances en el arte de la autodestrucción y el flagelo personal. Incorporé a mi pirámide alimentaria nuevos productos y he basado mi dieta casi estrictamente en ellos: derivados de la uva, fermentados de todo tipo, maltas, cañas, cebadas y otros tantos de esa índole. Adquirí además un particular interés por las ciencias exactas: he comenzado a experimentar con productos químicos, con y sin prescripción médica. He alcanzado mayor afecto por aquellos que no son de venta libre. El escaso tiempo que permanezco desintoxicada, lo uso para llamar por teléfono a mis amigos y contarles cosas sobre vos y muchas cosas tristes de mi vida triste. Los pocos amigos que aún me soportan, han declarado que me prefieren drogada.

Hace dos semanas decidimos terminar nuestra pareja. Fue de común acuerdo: vos dijiste que me dejabas porque no me tolerabas. Yo dije que no pensaba tolerar a alguien que me deja.

Estas son mis cartas para vos, las cartas de una mujer abandonada.