martes, 21 de agosto de 2012

Hacer un puente y transitarlo


Todo empieza mal. Nos conocemos cibernéticamente. Ella está de novia, yo estoy todavía terminando de cerrar una historia muy triste con otra mujer. Ella es de Santa Fe y yo de Buenos Aires. ¿Quién me manda a embarcarme en algo así? 
El problema es que es más linda de lo que puedo tolerar. Me hice una regla hace años: nunca engancharme con alguien que viva a más de 20 kilómetros de mi casa. Me resulta cada vez más imposible sostener esta regla con la santafecina. Hay algo de ella que me entusiasma. Una luz, una cosa hermosa, no sé cómo describírselo a la gente. No es nada más que sea linda, es otra cosa. Sé que tengo que conocerla, aunque sigo sin entender cómo puede funcionar la cosa desde la distancia y, claro, con el pequeño inconveniente de que tiene novia. Ella dice que en realidad está todo mal con su pareja. En un par de semanas de hablar conmigo, sin que yo realmente lo venga venir, toma la decisión de terminar la relación. Yo ya no estoy lloriqueando casi nada por la mujer que me rompió el corazón. Termino de cerrar todo, de tirar mails, de entrar en su facebook, de cortar con cualquier cosa que me una a ella. Ahora sí es momento de conocernos. 
Viajo a Santa Fe. No pienso nada. Evito decirme que esto es una locura. Pero sé que es una locura. Me niego a ponerme nerviosa porque ésta es la cita por la que más lejos he viajado. Ella dice que no está nerviosa. Estamos nerviosas. 
Llego. Me voy al hostel que reservé previamente. Me baño. Es julio y debería hacer frío. Pero no hace frío. Es una noche ideal para ir al río. Yo no tengo río. O sí, pero está sucio y hay edificios y casi nunca lo vemos. Le digo que nos encontremos en el río, o sea, en el parque que bordea al río. De alguna forma pienso que eso va a relajarme. Llego unos minutos antes que ella. Y sí, logro relajarme. Ya la vi en fotos y me pareció linda, pero las fotos engañan a veces. Quizás tenga una voz horrible, quizás haya miles de cosas que no me cierren, que me aburran. La magia es tan poco probable. Ahora sí me vuelvo a poner nerviosa. Pero me reto a mí misma y me digo que es mejor calmarme. He recorrido demasiado camino. Es hora de confiar en mí. Por algo llegué hasta acá. Estoy sentada en un banco del parque, mirando el río. Ya me cambié diez veces de posición, pensando cómo sería mejor que ella me encuentre. Elijo una posición. Me quedo así por varios minutos. Me pierdo mirando en río. Estoy casi en el río. Y de pronto, su voz. Me doy vuelta. Es linda. No. Es hermosa. Quiero besar a esta mujer. Estos son los primeros pensamientos que tengo. Sentir algo así de buenas a primeras es muy raro en mí. Ese impacto. Esa certeza. Nos saludamos. Digo algo sobre su voz y mi voz, que menos mal que no tenemos voces horribles, eso digo. A pedido mío, ella trajo un vino. Caminamos por la costanera. La noche es tan hollywoodense que empalaga. Caminamos. Como siempre que me pongo nerviosa, se disocia mi mente de mi boca y lo que digo no tiene nada que ver con lo que pienso. No pienso casi nada. Pero algo hablamos. Ella no se da cuenta de mi disociación y por alguna razón no me siento tan nerviosa como otras veces. Algo de mí cambio, o creció. Algo de ella me hace sentir bien. Ella me lleva a un lugar bien alejado, al fondo de la costanera. Eso me da una buena pauta. Quizás ella también quiere besarme. Finalmente encontramos un buen lugar para sentarnos. Hablamos un rato. Me cuenta de su vida y de su familia. Yo digo el par de cosas interesantes que siempre digo para mandarme la parte. Pero lo digo honestamente. Y lo digo porque cada vez más estoy queriendo que me bese. Me pregunto cuánto tardará en besarme. Yo no puedo besarla. Atravesar la distancia de mi boca a su boca es para mí el corredor de la muerte. Se me juega la vida en esa distancia. No me animo. Ojalá ella no se dé cuenta lo mucho que quiero bersarla. ¿Querrá besarme? Trato de no pensarlo tanto porque sé que se me nota. Y si se me nota, se me juega la vida. Si no me quiere... no sé. No quiero ni pensarlo. Y entonces no lo pienso. Silencio todo adentro mío. Me dedico a disfrutar lo que me está diciendo. A mirarla sonreír. No sé si quiere besarme, pero estoy segura de que al menos le caí bien. Me siento bien. Hago silencio y miro al río. Hay un olor fresco que no existe en Buenos Aires. Estoy verdaderamente contenta. Paso unos minutos totalmente convencida de que si esto es todo lo que va a pasar esta noche, igual estoy casi satisfecha. Pero de pronto la quietud se quieba. Ella me apuñala con la mirada. Me aterran esos ojos. Yo creo que sé lo que quiere, pero no sé lo que quiere. Es cuestión de un segundo. Hay que entrar en acción, pero yo qué sé. Se me juega la vida. Ojalá ella lo entendiera. Ojalá supiera de todos estos años, de los golpes, de lo que me cuesta llegar al otro. Hacer un puente y transitarlo. Es cuestión de un segundo que es también cuestión de toda la vida. Tengo encima sus ojos y sé que algo tengo que hacer. Entonces me acerco decidida, valiente, corajuda y, muy estúpidamente, le doy un beso en la frente. Menos mal que ella se ríe de mí. Y menos mal que un instante después me dice que eso no es un beso y me da un beso como tiene que ser: en la boca y con todas las ganas que nos veníamos aguantando las dos desde que empezamos a hablar. Siento litros de sangre empujando en cada vena. Sé que no voy a poder dejarla. Ya no. Estoy condenada. Por suerte, ella también. 
Podía haberme ido a dormir al hostel. Nunca dormí en el hostel. 
Todo termina bien.

34 comentarios:

  1. Como te admiro. Ojala pudiera hacer cosas asi. Una lectora que te quiere muchisimo desde su rincon virtual. Un beso enorme!

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  2. es leer y revivir cada segundo de esa noche...
    Lindo post, linda vos!
    Maite

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    1. ******************************************
      dije cosas pero está censurado al público.
      después te las digo en los yuyos.

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  3. Lo que cuesta acercarse al otro... Como siempre, un gusto leerla! =)

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  4. Ay mujer, solamente el título y las primeras oraciones y listo, soy yo, es ella...

    (Suspiro mientras leo, que desastre!)

    Como siempre, es un placer leer tus letras :) Un beso grande!

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    1. gracias! esto es una muestra de q todas las tortas somos iguales. qué terrible.

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  5. ayyyyyyyyyyyyyyy q lindooo post!!! pude ver cada segundo q viviste mija!!! sos lo mas.... yo kiero lo mismo tb!!! te extraño amiga!!!

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    1. ah, pero estas cosas pasan en argentina nada más. jajaja. te re extraño. basta de estar lejos. ja. ufa.

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  6. re lindo relato

    estalle con el beso en la frente...

    muy lindo :)

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    1. ah, sí. de los diversos matices q puede tener la falta de huevos. y esto no fue literatura. fue la posta.

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    2. la posta se zarpa

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  7. Tuve una noche casi igual, pero en vez de la frente, fue el cachete, en vez del rio el mar, y heineken, pero creeme, fue la misma noche. Que bueno q volviste! Esta chica ya me cae bien jaja
    Lu

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    1. jaja. bueno, espero q hayas tenido muchas lindas noches con la tipa de la heineken.

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  8. Muy lindo tu post, me atrevo a leerte y comentarte. :)

    Me hizo recordar tantas cosas, sonreír, ya hace mucho no sonrió con esta sonrisa.

    Muy tierno. :)

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    1. bueno, me alegro que te haya hecho sonreír. ojalá pronto vayas encontrando más cosas para sentirte así. un abrazo!

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  9. Me gustó lo del olor a fresco. Orgullo santafesino. El resto de la historia ya sabés que me gustó desde el comienzo.

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  10. Que lindo!! como torta del interior viajé muchas veces a la capi por las mismas razones del post, y que bonito cuando resulta asi de maravilloso!!

    Saludos

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  11. Me gusta que hayas cruzado el puente, te hayas tirado al río, no hayas ido al hostel, se hayan revolcado entre los yuyos y ojalá sigan haciéndolo por mucho tiempo más y con la misma intensidad...
    Celébrolo!
    J.

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  12. Hermoso, como todo lo que escribís.
    Cuando empecé a salir con mi novio fue bastante parecido, sobre todo por lo del beso en la frente jaja
    te felicito y seguí subiendo que me encanta leerte =) Suerte con esta muchacha! Abrazo

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  13. Grossa. Te deseo un amor lúcido, lúdico y luminoso. Te escribiría más cosas pero estoy envuelta en una nube de ñoñez. Abrazos T.!

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  14. Guau, cuánta tensión en tus venas latiendo tan fuerte! Bien por haberte animado a las locuras, lo lindo de la vida. Disfrutalo.

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  15. Ay ay ay maravilloso, encima lo leí con Janis Joplin de fondo... Sentí el olor fresco, sentí la sangre, guau...

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  16. Que empiezan mal y terminen bien es bueno... Lo triste es cuando empiezan muy bien y terminan horriblemente.
    Me gusta mucho este blog, me fue de gran ayuda en mis procesos de autoasimilación tortística... Gracias!

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  17. me gusto...me quede pensando. ahora lo copie para darselo a alguien... a ver si me entiende lo del corredor de la muerte. Abrazo

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  18. Qué entusiasmo con este post! Es la primera vez q comento, pero tengo rato leyéndote desde México. Aclaración idiomática: qué quieren decir cuando dicen "la posta"? saludos!

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