Cuando me compré la bici, hacía muchos años que no andaba. Pero la gente decía "No te preocupes, es como el sexo: uno nunca se olvida". Y era cierto. La bici y yo nos supimos amar desde que nos conocimos.
Cuando me junté con Señorita, después de mucho tiempo de no haber tenido sexo con nadie más que con un libro y mis buenas intenciones, debo admitir que me preocupé. Pero pensé "El sexo es como la bici: uno nunca se olvida". Y no era cierto.
La cita fue en casa. La primera vez que nos vimos, no nos habíamos dado un beso siquiera y durante las largas horas de charla en este nuevo encuentro, no hice más que preguntarme cómo iba a lograr la ardua escalada hasta su boca. No logré dar con ninguna idea. Por suerte ella, mucho más viva que yo, aprovechó un largo silencio para tirárseme encima. Ninguna sutileza. Graciadió!
Bien. ¡Muy bien diez para ella y sus besos!
¿Besa bien, coge bien? Pues esa premisa debía ser comprobada. Y sí, su desempeño superó satisfactoriamente. Yo, en cambio, lo que ya dije: Me había olvidado de todo el mecanismo. Dentro de todo, hice lo que pude (¿cómo se dice en el idioma de las sábanas: espéreme Señorita, con un par de clases yo arranco y ya va a ver?). Pero esta vez, como pocas, todo lo que pude y todo lo que supe, fue ampliamente superado por su elasticidad e imaginación.
No se crea! Yo he sido firme competidora en las artes del amor. Pero se olvida, realmente uno se olvida de qué era aquello que te hacía vibrar, la piel, los besos, la mano, la lengua. Yo creo que es instinto de conservación, para no enloquecer en grandes períodos de sequía sentimental.
Pero cuando aparece el temporal y crecen los ríos... Y más si Señorita viene en balsa, con esas tetas, con esa boca... Pues bien, cuando eso pasa te preguntás qué demonios hacías tanto tiempo hablando de José Pablo Feinmann, del calendario Maya y de la puta que los parió a todos que de nada me han servido en las tediosas noches... Y mucho menos me han valido para remar aquella balsa en la que ella venía.
Pero la bici, golpe va, golpe viene, otra vez se pilotea. Si se olvida, al menos puede volver a aprenderse.
Y nunca están de más las sabias lecciones que una bien dispuesta Señorita pueda ofrecernos.
sábado, 26 de diciembre de 2009
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¡Eso es lo que yo llamo: FELIZ NAVIDAD!
ResponderEliminarFelicitaciones!!!!!
Yo espero que Papá Noel se haya olvidado de mi merecido (for being such a good girl) regalo y me esté por llegar en estos días...de lo contrario me veré obligada a seguir hablando de J. P. Feinmann, calendario Maya y la puta que los parió a todos/as en las tediosas noches..
:)
qué bueno!! felicidades
ResponderEliminarjajajaja, muy cierto!
ResponderEliminarTambien es valido pensar que después de haber pasado unos cuantos años 'haciendo el amor' y no 'teniendo garches' es dificil volver a arrancar. Es como si la piel se amoldara a una sola piel y las nuevas... las nuevas son terrenos ampliamente desconocidos a pesar de que su cuerpo sea igual al nuestro y que sí ya habíamos tenido relacion antes con este tipo de ser, jejeje. Hacés 'de todo' y pensás 'ay, pero ¿como no le gusta esto? a x le encantaba!!' (claro, x no es y, esa es la diferencia, y entonces hace falta un manual de y, que difiere mucho al de x y está bueno darse cuenta).
Después de mucho tiempo con una sola persona, con las demás te volvés novata, jaja.
Puede que una no se olvide de como garchar, asi como no se olvida la bici, pero cada ser es un nuevo terreno y ahi hay un aprendizaje eterno :)
Besooo!
Coincido con Fix. No se si es que uno realmente "se olvida" pero es muy cierto que "Después de mucho tiempo con una sola persona, con las demás te volvés novata"
ResponderEliminarDe todas maneras...creo que si una se deja llevar por el momento...derrepente te acordas de todo, te acordas de cosas que no te acordabas y otras que ni sabias que sabias y puff todo fluye!
Y a veces...simplemente hay que dejarse superar y brindar por eso!
Como siempre, un placer leerla tortodroma!
Feliz Navidad!
Es tan cierto (y a la vez triste) lo de olvidarse (un poco a propósito, un poco inconciente) en períodos de sequía amorosa aquello que hos hizo vibrar, esos besos que nos arrancaron la cabeza, esas caricias... como instinto de conservación, para no volvernos (más) locas. Es verdad. Y, como con cualquier verdad absoluta, yo me resisto y me niego y pataleo para que no me pase. Por más que esos recuerdos dificulten (y alarguen) en gran medida los procesos de olvido... hay cosas de las que simplemente no me quisiera olvidar, y las dejo ahí en mi cabeza, viendo si humildemente le dan pelea al autoritarismo del tiempo y la soledad.
ResponderEliminarEXCELENTE BLOG, muchacha!
Saludos y felices fiestas!
Tal cual lo de la bici! Uno se da tantos costalazos aprendiendo ja!! A veces me asusto de lo diferente que puede ser mi novia de mi ex, o mi ex de mi ex-ex, o mi ex-ex de mi novia, o mi ex-ex-ex de mi ex-ex y otras diversas combinaciones...!
ResponderEliminarPero siempre me gusta aprender y está barbaro experimentar :D
que lindo blog!
ResponderEliminares uno siempre se sube a una bici con las mismas caracteristicas, dos ruedas, manubrio, pedales... no varian demasiado...
No creo que se olvide, se aprende continuamente y eso esta buenisimo.
saludos!
increible manera de esribir, muy aguda y sensible
ResponderEliminary divertida
muchas fans por aqui veo